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El reo gozaba de una medida de salidas transitorias, por la cual abandonaba la cárcel los viernes y se presentaba de nuevo los domingos.
Carlos Daniel Ozorio Rodríguez es un motochorro que había sido condenado a cinco años de cárcel por un asalto. Estuvo encerrado tres años en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú y hace un año pasó a la Granja Penitenciaría Ko'ẽ Pyahu, que funciona en la misma zona y que tiene un régimen semiabierto.
La directora de este último establecimiento, Gladys Claverol, confirmó este sábado a ABC Color que ella había firmado el permiso especial por el cual el convicto salió del reclusorio el viernes de tarde, solo un par de horas antes de que fuera perseguido y capturado en la zona de Colón y 21ª Proyectada por policías de las comisarías 4ª y 2ª de Asunción, tras denuncias de asaltos callejeros.
“Sambuku” cayó con un menor de 17 años. Ambos ya fueron liberados nuevamente por orden del fiscal Emilio Fúster, según confirmó la Policía.
Gladys Claverol señaló que, al menos dentro de la cárcel Ko'ẽ Pyahu, el reo Carlos Daniel Ozorio Rodríguez nunca tuvo problemas y que es un muy trabajador. “Lo que haga afuera ya no es problema nuestro, sino de él o del Juzgado”, refirió la directora.
Además, informó que las medidas de salidas transitorias son otorgadas en realidad por el Juzgado. En este caso, fue la magistrada Lourdes Scura la que desde hace un mes le permitía al motochorro salir de prisión "para cuidar de su abuela los fines de semana".
La jueza Scura, por su parte, también confirmó hoy a ABC Color que inmediatamente va a revocar todos los beneficios de los que gozaba el convicto, como estar en un régimen semiabierto y salir libre los fines de semana, un paso previo para obtener la libertad condicional, algo que ya no podrá ser.
Lourdes Scura dijo que ordenará la recaptura y el traslado inmediato del reo a la cárcel de Tacumbú, donde va a cumplir lo que le queda de su sentencia.
En el año 2011, Carlos Daniel Ozorio Rodríguez había resultado ileso durante un atentado a tiros en el barrio Sajonia. Había sido perpetrado por otros delincuentes que, en un intento por matarlo, terminaron hiriendo a su abuela.