A las 17:00 de este viernes, entre la avenida Costanera y Artigas, se llevó a cabo un operativo para intentar solucionar la problemática de los niños limpiavidrios; sin embargo, no se tuvo el resultado deseado debido a que ante la presencia de los intervinientes los menores huyeron del lugar.
Funcionarios de la Dirección de la Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de Asunción, a cargo de Nilda Mellid, actuaron acompañados de agentes policiales de la comisaría 9ª Metropolitana, bajo el mando del comisario Óscar Morán. Llegaron hasta el sitio para intentar sorprender a los adultos y niños.
Petrona Núñez, limpiavidrios y con seis hijos, mencionó que su esposo es albañil y que saca a trabajar a los menores pese a recibir dinero en efectivo, específicamente G. 100.000 por niño. Declaró que anteriormente recibía incluso víveres, pero hace dos años que no es beneficiada con estos y el subsidio se retrasa.
Por su parte, Mellid señaló que la mujer forma parte del programa “Asunción te incluye”, mediante el cual recibió formación en repostería, “pero es más fácil venir y mendigar acá que trabajar. Es lo que tenemos que cambiar: la mentalidad”, dijo haciendo referencia a conseguir un trabajo que permita mantener a su familia dentro de la ley.
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Señaló la directora de la Niñez y Adolescencia de la Comuna que no encontraron delito porque los menores huyeron. Añadió que las únicas medidas que pueden ejecutar son las de hablar con los padres que explotan a sus hijos y pedirles que los retiren de las calles y que solo la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (Codeni) puede encargarse de los menores.
El jefe policial de la comisaria 9ª Metropolitana expuso que entre la mañana y la siesta suelen observarse por la zona numerosos niños fungiendo de limpiavidrios. Ante esta situación, solo les queda mediar con los padres para que no los expongan al peligro. Comentó que reciben constantes denuncias por actitud violenta de los adultos para con los automovilistas, y que por ello solo pueden demorarlos.
Además de Núñez, “hay otros padres que vienen al lugar, que suelo demorarles por ser violentos”, dijo el comisario Morán. Agregó que en la sede policial “se les habla bien, se calman por una o dos semanas y después vuelven a ser violentos porque la gente no quiere sus servicios”. Indicó dentro de todo que la Policía no puede realizar el trabajo de vigilar a los menores y que eso debe ser un trabajo institucional.
