Desde que en mayo pasado un escándalo de corrupción y sobornos remeciera a la FIFA y con ella a varios de los nombres más fuertes del fútbol mundial, Juan Ángel Napout, titular de la Confederación Sudamericana Fútbol (Conmebol), decidió llamarse a silencio sobre el tema.
Napout habló en contadas ocasiones al respecto y, las veces que lo hizo, o respondía con sus habituales evasivas o seleccionaba bien con quiénes lo hacía, optando generalmente por aquellos que muy poco habían criticado la corrupción generalizada en el fútbol mundial y sudamericano.
El dirigente paraguayo intentó separarse en reiteradas ocasiones del caso, aunque el que su nombre saltara en el enorme esquema revelado e investigado por la justicia de Estados Unidos era cuestión de tiempo, porque en varios documentos se hablaban de los presidentes de todas las federaciones del fútbol sudamericano en un período de tiempo durante el cual él había sido titular de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF).
Napout fue detenido la madrugada de este jueves en Zúrich, adonde había viajado para participar de unas reuniones que tenían como fin delinear reformas dentro de la FIFA exigidas por algunos de los auspiciantes más importantes de la matriz del fútbol mundial y que habían sido reclamadas luego del primer remezón de este escándalo que hoy alcanza al presidente de la Conmebol.
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El titular de la Conmebol fue arrestado en el hotel Baur au Lac en Zúrich, el mismo en el que en el mes de mayo fueron detenidos otros siete miembros del órgano rector del fútbol internacional, la FIFA. La policía suiza ingresó al local por una puerta lateral a las 6:00 hora local. En esta ocasión fueron 12 los detenidos.
Un portavoz del Ministerio de Justicia de Suiza indicó que los detenidos serán escuchados hoy por la Policía Cantonal de Zúrich en relación a su extradición a EE.UU. En caso de aceptarla, Suiza autorizará de inmediato su traslado, según relata la agencia española EFE. De rechazar su extradición, EE.UU. deberá solicitar un expediente formal de extradición en un plazo de 40 días y serán las autoridades helvéticas las que decidan sobre los fundamentos de la misma.
De los siete detenidos en mayo, dos aceptaron voluntariamente su extradición: el estadounidense Jeffrey Webb y el brasileño José María Marín. El costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha, el británico Costas Takkas, el venezolano Rafael Esquivel y el uruguayo Eugenio Figueredo se opusieron a ser extraditados y apelaron a la decisión en su contra del Ministerio suizo.
Actualmente, sus casos son examinados por el Tribunal Federal de Justicia de lo Penal de Suiza. Además, Suiza mantiene congeladas varias cuentas bancarias supuestamente utilizadas para el cobro de los sobornos y tiene incautada la documentación relativa a esas cuentas, que ha decidido entregar a EE.UU. Si los titulares de las cuentas se oponen a ello, pueden apelar a esa decisión ante el mismo Tribunal Federal que está evaluando las extradiciones.
En este caso se ha visto afectado también otro paraguayo: el otrora hombre fuerte del fútbol sudamericano Nicolás Léoz, sobre quien pesa un pedido de extradición de la justicia estadounidense, que todavía debe ser respondido por las autoridades de nuestro país.
La FIFA, por su parte, ha asegurado hoy que seguirá cooperando plenamente con las investigaciones y adelantó que no hará más comentarios sobre estos casos.