Vacaciones sin feos recuerdos

Poco a poco los días se van poniendo más calurosos desde el inicio de diciembre y las altas temperaturas anuncian el inminente ingreso del verano, una temporada muy esperada pero que puede ser trágica si no se toman los recaudos necesarios.

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Las fiestas de Navidad y Año Nuevo están a la vuelta de la esquina, queda nada para que el verano aterrice al Paraguay pero las altas temperaturas ya se han instalado entre nosotros y cada fin de semana es una excusa perfecta para escapar del calor con en una pileta o mejor aún, en una playa en el interior del país.

Lo que se planea como una jornada memorable en familia o con amigos, puede convertirse en un amargo recuerdo o peor una tragedia si se ignora que un chapuzón puede ser mortal, así como ocurrió el pasado 28 de noviembre, cuando un niño de apenas 12 años enlutó a toda su clase durante el paseo de despedida por fin de clases en Independencia, Guairá.

La travesura con el que quisieron ser el centro de atención del paseo, terminó cuando dos pequeños se arrojaron a la parte más profunda del arroyo en el balneario Ybyturuzú. Solo uno de ellos pudo ser rescatado con vida.

 Episodios como este son tristemente típicos durante el verano, noticias sobre personas desaparecidas en el río en tardes de domingo en playas habilitadas, en tramos de ríos no aptos para el baño o canteras son un problema que incluso preocupa a autoridades sanitarias.

 “Normalmente por el tema del alcohol se arriesgan a zonas donde no está permitido. El calor en nuestra ciudad hace que busquen lugares para refrescarse”, dice el capitán José González, de la 3° Compañía de Bomberos de Sajonia del CBVP. 

Advierte que la pérdida de conocimiento al tragar agua puede incluso ser inmediato, cuando entra agua a los pulmones. El riesgo de muerte aumenta cada segundo que la víctima está sumergida. Los bomberos más bien realizan tareas de búsqueda de cuerpos - dijo - aunque a veces la esperanza es mínima, se espera hallarlos con vida aunque en la práctica si fueron perdidos de vista, es casi imposible.

 Explicó que en ciertas zonas, sobre todo del río Paraguay, existen remolinos que se forman en pozos a causa del dragado. Estos crean un efecto de succión que llevan a las personas que caen en ellas hacia abajo y es muy difícil luchar contra esa fuerza para salir a la superficie, incluso para personas que saben nadar con bastante experiencia.

 “La prevención es lo importante” advierte el Capitán, solo ese factor puede asegurarnos que un chapuzón no terminará mal. Expone que a veces el calor hace que las personas, al ver aguas recreativas, sientan un entusiasmo extremo por zambullirse, pero apela a la razón y antes fijarse en las condiciones del lugar antes de hacerlo.

 Teniendo en cuenta los riegos, en las playas de Encarnación, una de las más concurridas - con un promedio de cinco mil visitantes - en verano incluso por extranjeros se adoptaron medidas para evitar sucesos como estos. Actualmente cuentan con cinco rescatistas o “baywatch”, además de respaldo de la cruz Roja y de la Naval.

 Sergio Godoy, gerente administrador de la playa San José, dependiente de la Municipalidad local, dijo que el personal es muy estricto y que prefiere que los cataloguen como “argel” y no permisivos,. para evitar ahogamientos u otros incidentes.

 “Tratamos de ser estrictos. Apenas vemos que traspasan las boyas de seguridad, les advertimos la primera vez y si lo vuelven a hacer ya lo quitamos de las aguas”.

 Sostuvo que los jóvenes entre los 12 y 20 años los que más intentan sobrepasar los límites de seguridad de la playa. Los niños en su afán de llamar la atención y los jóvenes, que por lo general han consumido alguna bebida alcohólica y tratan de desafiar a sus amigos. Por su parte, los más adultos comprenden cuando son advertidos y por lo general no vuelven a reincidir. “Si no quieren convivir con las reglas, preferimos que se enojen y que se vayan”.

 Los baywatch de Encarnación tienen a su cargo vigilar los 900 metros de extensión de la playa y para ello cuentan con salvavidas, chalecos, canoas, sogas y silvatos. Además existe un sitio de primeros auxilios usado en caso de personas rescatadas del agua. Cuentan con balones de oxígeno para estabilizarlos y derivarlos a un centro asistencial, detalla Godoy.

 Los especialistas coinciden en que la mejor forma de evitar que las vacaciones se conviertan en un recuerdo oscuro, se recurra al sentido común para prevenir cualquier accidente.

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