Policía cuenta cómo se salvó en Campos Morombí

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El comisario Elizardo Gamarra, uno de los jefes policiales que encabezó parte del procedimiento de desalojo en Campos Mormbí contó cómo quedó solo en medio de la balacera, y agregó que una de las campesinas fue herida por sus propio compañeros.

Al frente de cuatro pelotones antimotines, 27 policías de la Agrupación Montada, 70 agentes de la División de Orden y Seguridad, entre otros, el comisario cuenta - ante el Tribunal de Sentencia - que se adentró a la propiedad tomada por campesinos, aquel 15 de julio de 2012, informó Perla Silguero, periodista de ABC Color. 

Al ingresar al campo, el comisario cuenta que observó que los campesinos portaban armas, ya sean de fuego o foisas (hoz), por lo que decidió dejar al personal a su cargo a unos 100 metros de distancia y avanzar solo. “La instrucción era convencerlos de salir de forma pacífica, entonces dejé ahí al grupo y fui solo a hablar con ellos”, armado solamente con su tonfa, de uso obligatorio por reglamento policial.

“Algunos ya decían ‘vamos a dispararle a este’ y otros decían, “no, para qué le vas a disparar si viene a hablar con nosotros”, oía a su paso, según relató en un nuevo capítulo del juicio oral y público por el caso de masacre en Curuguaty.

“Nosotros somos paraguayos, vamos a hablar y busquemos una salida, este no es problema entre nosotros pero nosotros siempre estamos frente a frente ante cualquier situación, de cualquier naturaleza”, afirma que les dijo a los campesinos y comprobó - una vez frente a frente - que todos estaban armados, hombres y mujeres.

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Rememoró que mientras hablaba con los labriegos, muchos optaban por retirarse del frente, por lo que parecía surtir efecto el diálogo, sin embargo, en ese momento se produjo el tiroteo pero en otro sector, donde intervenía el comisario Erven Lovera, lo que desató una confusión entre los campesinos a los que estaba a punto de convencer de que se retiraran.

En medio del tiroteo, relata, observó para atrás y pudo ver que ninguno de los agentes asignados a su cargo, y que había dejado en formación a una distancia prudente, permaneció en su sitio. “Ellos se confundieron y empezaron a disparar contra nosotros, pero nadie sabía que pasaba, se disparaban entre todos, me di la vuelta y no estaban los policías que dejé detrás de mí, estaba solo, no estaban los que debían esperarme”. Agregó que durante la refriega recibió tres disparos que dieron en su chaleco antibalas. “No quisieron matarme o lo habrían hecho”, aseguró.

También mencionó que una de las campesinas presentes, Lucía Agüero, recibió disparos en una de sus piernas, efectuados por sus propios compañeros, y no por los agentes de policía.

El comisario Gamarra es el testigo número 26 de los 264 anunciados, entre policías y civiles, para dar testimonio en el juicio.