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El acto patriótico se cumplió en la cabecera norte del expuente Ñeembucú, sitio que fue escenario del enfrentamiento entre los vecinos de Pilar y las fuerzas invasoras. Participaron del homenaje a los defensores, autoridades locales, militares y representantes de instituciones educativas y estudiantes.
La reseña histórica de este episodio de la Guerra Grande, estuvo a cargo del Coronel Víctor Pecci, quien recordó que las fuerzas brasileñas al mando del entonces Coronel Rufino Eneias Gustavo Galvao, Vizconde de Maracaju ingresaron a la Villa el 20 de setiembre de 1867. Sus casi 1.000 soldados, enfrentaron la férrea defensa de unos 250 vecinos que resistieron el ataque de fuerzas muy superiores en número y armamentos.
El Coronel Felipe Toledo, Comandante de la Escolta Presidencial, fue enviado por López para auxiliar a los defensores. Los refuerzos llegaron en un vapor y tres embarcaciones pequeñas. Al desembarcar fueron ayudados por las damas del pueblo para proveerse de caballos y atacar a los brasileños.
Tras intensos combates cuerpo a cuerpo, los invasores brasileños fueron rechazados, sufriendo unas 300 bajas. Los invasores abandonaron la Villa, llevando unas 200 cabezas de ganado, armas y municiones. Tras recibirse una nueva orden del Mariscal López, Pilar fue abandonada por los defensores y vecinos, siendo ocupada por las fuerzas aliadas el 28 de octubre de 1867.