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El gobierno de Mauricio Macri anunció oficialmente el fin del “cepo cambiario” y, desde hoy, los argentinos podrán comprar y vender dólares sin la necesidad de contar con una autorización de la Adminstración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). El “cepo” fue una medida que adoptó la anterior administración de Cristina Fernández en octubre de 2011 para evitar que el Banco Central argentino quede sin reservas luego de que, a principios de ese mismo año, la entidad perdiera unos US$ 5.000 millones en pocos meses -tras intervenir en el mercado- ante una crisis de confianza que tenía la moneda argentina en aquel entonces.
El cepo obligaba a cada argentino a contar con una autorización oficial de la AFIP explicando los motivos por los cuales necesitaba comprar dólares. La engorrosa medida finalmente derivó en que se tenga un mercado negro en el cual se comercializaba el dólar, conocido como el “dólar blue”, que se compraba y vendía sin intervención oficial y en lugares no habilitados, a los que se denominaron “cuevas”.
Para Ferreira, la situación del vecino país traerá efectos positivos para el mercado paraguayo, teniendo en cuenta principalmente una apertura para que los importadores paraguayos vuelvan a traer productos argentinos que, hasta hace estos días, ingresaban de contrabando.
En ese sentido, el analista económico explica: “Lo que pasaba con el cepo es que negociar con dólar argentino a través del sistema financiero resultaba muy caro (comprando insumos, productos para importar, etc.), entonces los importadores legales dejaron de traer mercaderías legalmente, y creció la entrada de productos de contrabando, ya que el 'dólar blue' se comercializaba a 14,7 pesos, mientras el oficial rondaba los 9,7 pesos por cada dólar. Entonces, obviamente, el negocio estaba en comprar mediante esta moneda en paralelo al legal e introducir los productos de contrabando al Paraguay”.
Ferreira dice que ahora, gracias a este mercado libre de vuelta que se tiene en el sector monetario de Argentina, se mantendrá un único tipo de cambio, por lo que no tendrá sentido seguir operando con el 'dólar blue', que beneficiaba directamente a los contrabandistas. “Ahora con un dólar con un mismo tipo de cambio, el contrabando ya no tendrá ventaja”, señala Ferreira.
No obstante, el analista económico aclara que los productos argentinos mantendrán siempre su ventaja con el precio en relación al guaraní, pero que lo importante con este anuncio de la finalización del cepo es que muchos importadores paraguayos volverán a operar con las exportadoras argentinas. “De alguna manera beneficia al país, principalmente porque el comercio legal podrá competir de igual manera -en cuanto a precios de origen- con el contrabando, además de que los impuestos recaudados también aumentarán”, señala Ferreira.
El ingreso de productos de contrabando a nuestro país desde las zonas de frontera con Argentina se convirtió en una constante en los últimos meses, principalmente por la caída del valor del peso con relación a la moneda local. Esta situación obligó al gobierno a establecer medidas más drásticas para evitar la entrada de mercaderías ilegales, lo que generó varias protestas de trabajadores de frontera.
De acuerdo con los últimos datos oficiales de importación a nuestro país desde Argentina en coincidencia con la entrada del "cepo" argentino, las cifras muestran que en 2012, las importaciones alcanzaron los US$ 1.762 millones, cifra que descendió a los US$ 1.604 millones para el siguiente año (2013). Sin embargo, para 2014, las importaciones tuvieron un pequeño repunte llegando a los US$ 1.643 millones. En lo que va del año, Paraguay importó desde Argentina por valor de US$ 1.056 millones, que en comparación al mismo periodo de 2014 (enero-setiembre) representa una caída del 7,6%. Argentina es el segundo país desde donde Paraguay trae más importaciones, con el 36% por debajo de Brasil, que sigue siendo el principal mercado para nuestro país con el 64% de nuestras importaciones.
En noviembre de 2013 el Gobierno inició el operativo “Hendy” para combatir el ingreso ilegal de mercaderías al país, con la creación de la Unidad Interistitucional de Combate al Contrabando (UIC), conformada por agentes de la Aduana, efectivos especiales, técnicos del Ministerio de Industria y de la Subsecretaría de Estado de Tributación. La unidad quedó a cargo del viceministro de Comercio, Pablo Cuevas. En ese entonces, la depreciación del peso argentino hacía que los productos de Clorinda, Argentina, sean el principal objetivo de grandes y pequeños comerciantes paraguayos para abastecerse.
Desde aquel tiempo hasta inicios de este año, la UIC denunció un total de 166 casos de ingresos de contrabando ante el Ministerio Público. Sin embargo, ninguno de estos casos fueron resueltos por la Justicia. Es más, ni una sola de estas denuncias llegó a un juicio oral.
Igualmente, desde la Aduana y la SET iniciaron este año un proceso para formalizar a los trabajadores de frontera (paseros, estibadores e importadores pequeños) mediante el cual el Estado buscó legalizar la situación de las miles de personas que dependen del trabajo fronterizo. El sistema incluyó un nuevo sistema de importación para registrar a pequeños importadores e importadores causales. Sin embargo, pocos trabajadores de frontera llegaron a inscribirse en el proyecto.
En setiembre de este año, el Juez Humberto Otazú decretó la prisión de 14 personas involucradas en un caso de contrabando. Estos personas fueron detenidas en un operativo realizado en la zona de Puerto Medina, Lambaré, al ser descubiertas por la Policía y la fiscalía cuando introducían productos de contrabando desde Clorinda hacia Puerto Elsa. La prisión para estas personas fue solicitada por la fiscala Carmen Gubetich de Cattoni, quien tiene a su cargo la investigación de este caso.