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Los usuarios de la Junta de Saneamiento se quejaron del corte del servicio de agua potable, cuyo efecto sintieron mucho más por el intenso calor. Soportaron cinco días sin agua y no tenían cómo higienizarse ni para beber o preparar sus alimentos. “Los que más sufrieron fueron son los niños y ancianos”, manifestó la usuaria Claudia Cardozo.
La medida de fuerza comenzó la noche del miércoles y se extendió hasta el jueves. Levantaron la manifestación luego de que las autoridades del Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa), del que depende la Junta de Saneamiento, llegaron hasta el lugar y se interiorizaron del problema técnico que soportaba el pozo Nº 1 de la aguatera.
Al respecto, Paola López, secretaria de la Junta de Saneamiento, dijo que el servicio de distribución de agua potable se vio afectado porque el motor se quemó, en algunos sectores los caños estaban rotos y había fuga de agua. En el ente se contaba con un motor para sustituir el averiado, pero al instalarse no respondió como se esperaba, por lo que se procedió a la compra de una nueva motobomba.
El jueves, a partir de las 10:30, se regularizó totalmente el servicio, que tiene una dimensión de distribución de 20.000 metros con capacidad de 40mm y 160mm, cuya cañería se encontraba vacía.