La actividad deportiva fue promovida por el exboxeador Fabio “Potrillo” Romero, quien tras realizar una visita a una cárcel de México, se percató de que las autoridades penitenciarias organizaban este tipo de combate como una manera de canalizar los conflictos entre los internos y que los problemas que se presenten en los pasillos de la prisión sean resueltos en el ring.
El proyecto fue promovido además por el diputado Ariel Oviedo, quien practica el deporte como pasatiempo. Ambos le realizaron la propuesta al director del la Penitenciaría, Luis Barreto, y juntos organizaron la primera edición el pasado mes de setiembre.
Si bien solo nueve internos combatieron en el ring, estos tuvieron amplio respaldo de sus compañeros, quienes los apoyaron desde el público, reportó el periodista de ABC Color, Iván Leguizamón.
De los nueve combates realizados, ocho fueron ganados por los internos. Solo una pelea se perdió.
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Los reos que participaron de los combates, forman parte de un equipo de entrenamiento creado dentro de la prisión, llamado Team Leones de Tacumbú, que está integrado por 20 reclusos que entrenan diariamente en el Sótano de la Penitenciaría.
Si bien son muchas las precariedades que tienen en sus entrenamientos, se las ingenian para conseguir los insumos que les permitan seguir practicando el deporte, pues ven en la actividad no solo una forma de esparcimiento, sino un camino para reinsertarse en la sociedad.
Uno de los reclusos más aclamados tras su contundente victoria fue Víctor Juan Duarte Borja, quien está procesado por robo agravado. Además, entre los reos que combatieron en el ring se encontraban Wilson Rojas, Crescencio Aguilar, Josué Martínez, entre otros.
El dato positivo de esta segunda edición es que las peleas fueron fiscalizadas exhaustivamente por la Federación Paraguaya de Boxeo.
Algunas familias de los reclusos boxeadores también asistieron a presenciar el evento, mostrando así su apoyo a sus seres queridos en el camino a la rehabilitación que siguen a través del pugilismo.