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Poco antes de la 01:00 llegó al país Julián Vega, quien con un rostro sonriente compartió unos momentos con el grupo que lo fue a recibir hasta el aeropuerto Silvio Pettirrosi y luego se marchó raudamente.
El grupo de adherentes y sus familiares quienes salieron en su defensa ante el aluvión de críticas de varios sectores debido a su comportamiento con una traductora taiwanesa, motivo por el cual fue expulsado del país asiático y debido a esto presentó su renuncia al cargo de director de Migraciones.
Vega fue acusado de comportamiento sexual inapropiado por parte de una interprete asignada a la traducción para la comitiva de autoridades paraguayas, según el mencionado, como parte de una “costumbre” tocó el muslo de la mujer.
El bochornoso escándalo se produjo mientras el presidente Mario Abdo Benítez, se encontraba en misión oficial en dicho país, en tanto que Vega acudió a un programa de entrenamiento para funcionarios de migraciones.
En su defensa argumentó que desconocía la rigidez de la cultura asiática, y reiteró que las acusaciones en su contra no pasaron de un malentendido.
Sin embargo, referentes del gobierno cuestionaron severamente su comportamiento, como el ministro del Interior, Juan Carlos Villamayor