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El robo de la imagen de San Miguel de Qhyquyhó y del crucifijo hurtado de la Capilla Virgen de Caacupé llaman bastante la atención a los intervinientes porque curiosamente las puertas no fueron forzadas.
Al parecer fueron abiertas con llaves, según denunció la religiosa Amanda Rodas. De acuerdo a su relato, las responsables de las capillas le informaron de ambos robos.
El hecho habría ocurrido entre 28 y 31 de diciembre pasados. Se desconoce al autor o los autores que se encargan de recorrer para robar no solo las capillas del casco urbano sino también de las compañías. El Procedimiento fue comunicado a la Fiscalía de Quiindy.