En el caso de los pescadores, éstos podrían ser objeto de multas de hasta G. 35 millones y el decomiso de todas sus de pesca, incluyendo embarcaciones y vehículos, si no cumplen la Ley de Pesca 3556/08. Este viernes la Seam dará detalles sobre los operativos de control que se realizarán durante los días santos.
En este sentido, en los últimos días se han venido realizando operativos de control y concienciación en la zona de Surubí, camino a Alberdi, y en Villa Oliva, Ñeembucú, donde se realizaron decomisos. En Encarnación, fue hecho el mismo operativo específicamente en el Club Deportivo Pacu Cuá los días 19, 20, 21 y 23 de marzo. Otro sitio fue en la ruta VI, a la altura del puente Santa María, en el mismo departamento.
La Dirección de Pesca, dependiente de la DG de Biodiversidad de la SEAM viene realizando operativos de control y concienciación en la zona de Surubí y, camino a Alberdi, a unos 80 kilómetros, departamento Central. También se realizaron controles y decomisos en Villa Oliva, departamento de Ñeembucu.
En total se decomisaron 10 kilos de surubí, 12 kilos de boga, tres redes de 500 metros de hilofilamento. En la oportunidad no se aplicaron multas. Todo lo decomisado fue entregado por acta a la Policía Nacional, informó la Dirección de Pesca, dependiente de la Dirección General de Biodiversidad.
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Esta Dirección recuerda además que los ciudadanos que deseen deben inscribirse y contar con licencia al día. El permiso se renueva cada año, y tiene un costo de G. 210.468. La ley exige que cada pescador tenga licencia, de lo contrario serán pasibles de sanciones con multas que llegan a más de 35 millones de guaraníes y decomiso de las artes de pesca, rieles e incluso la embarcación.
La ley faculta a retener el vehículo en caso de encontrar dentro evidencia de pesca ilegal. También se recuerda a los pescadores de las medidas exigidas en la ley 3556/08. Los ejemplares de surubi pintado deben tener un mínimo de 85 centímetros; el surubi atigrado debe tener 80 centímetros; el manguruju 100 centímetros como mínimo; la boga 45 centímetros y el salmón de río, 45 centímetros.
En este sentido, recuerdan que los pescadores que infringen la ley causan un grave daño al medio ambiente pues ponen en peligro el equilibrio y la supervivencia de la fauna ictícola.