Seis horas de secuestro

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Luego de su secuestro en la mañana de este domingo y posterior liberación en horas de la tarde, María Victoria Villalba de Rothkegel brindó detalles sobre las seis horas que permaneció en manos de sus captores.

Alrededor de las 11:00 de este domingo, María Victoria Villalba de Rothkegel regresaba a su domicilio en el barrio Nazareth de Asunción cuando su vehículo fue interceptado por otro rodado, del que, según ella misma contaría luego de su liberación horas después, tres mujeres procedieron a raptarla.

Pasadas las 17:00, se confirmaba la liberación de Villalba de Rothkegel y su regreso a salvo a su domicilio, donde relataría ante las autoridades los detalles de su rapto.

Los detalles no son amplios, ya que la mujer afirma haber sido adormecida con un químico en un trapo húmedo. No supo precisar la marca o el color del vehículo en que fue subida tras ser abordada por las secuestradores, de las cuales solo supo decir que actuaron a cara descubierta, y que dos de ellas hablaban con acento portugués, y que serian de mediana edad.

Una vecina de la zona afirmó escuchar gritos, pero aseguró que se trataba de un varón, no de mujeres.

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Luego del rapto, la mujer fue puesta en contacto telefónico con su familia por las secuestradoras. En la conversación con su marido, Villalba de Rothkegel informó que las secuestradoras habían admitido que se habían equivocado de persona cuando la raptaron, y que por lo tanto sería liberada en horas de la tarde; además señaló donde fue abandonado su vehículo, y pidió que no se avise a las autoridades o a la prensa.

Ya en horas de la tarde, la mujer fue liberada cerca de la Terminal de Ómnibus de Asunción, con instrucciones de que tome un autobús y vaya hasta las cercanías de su vivienda. La mujer se trasladó hasta cerca de la sede del Tribunal Superior de Justicia Electoral, sobre la avenida Eusebio Ayala, a unas dos cuadras de su domicilio, y llamó por teléfono a su familia, tras lo cual fue inmediatamente recogida y llevada a su casa.

Según informaciones aún no corroboradas por las autoridades, el verdadero blanco del secuestro sería su hermana, Gloria Villalba, esposa del empresario Jorge Nasta, quien vive en la misma zona que la mujer raptada.