Que el Gobierno mida el límite entre pobreza y extrema pobreza “por ganar más de G. 7000 guaraníes consideramos una aberración, porque hubo inflación, considerando la devaluación y el aumento de la canasta básica. No podemos decir que hay menos pobres porque (el gobierno) bajó la vara”, cuestionó Bruno Vaccotti, representante de la Fundación Paraguaya, que desarrolla proyectos para asistir a las familias en situación de pobreza.
“El año que viene, si vamos en este sentido, podemos bajar la línea de pobreza a G. 5.000, 2.000 o 1.000”, y eso no significa que disminuyó realmente la cantidad de pobres extremos, dijo. El stand se encuentra en el Pabellón Industrial de la Expo.
La Fundación Paraguaya tiene un cálculo más complejo que la solo medida de ingresos diarios de las personas y de hecho ellos no creen que la pobreza se mitigue, sino que se debe eliminar. “Si te doy G. 1.000, puedo decir mitigué tu pobreza. Probablemente, ni sentiste, pero yo puedo decir que mitigué. Por eso nosotros hablamos de eliminar la pobreza”, remarcó.
En total son 50 los parámetros que se tienen en cuenta. Además de los ingresos, se mide si pueden acceder a préstamos, si tienen ingresos fijos, acceso a agua potable y sistema de saneamiento, entre otros, con lo cual se determina una escala en el “semáforo” de la pobreza. Esto les permite acceder a programas de asistencia y capacitación de la Fundación Paraguaya para buscar salir de la situación en que se encuentra.
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La fundación cuenta con dos programas para las familias y entre colaboradores y beneficios hay en total unas 36.000 personas involucradas. Este programa del semáforo fue ideado en nuestro país y actualmente lo está promoviendo a países de Africa, Europa y América del norte.
“Seguimos desarrollando la herramienta, no es perfecta, pero si hablamos a nivel mundial, 150 organizaciones ya la avalan. El semáforo del 2009 era muy distinto al de hoy, y seguimos creciendo. Sabemos que no tenemos algo perfecto, sino que tenemos algo, y ese valor es demasiado importante”, remarcó Vaccotti sobre el programa que idearon, que es una “muestra de este Paraguay que exporta tecnología social de innovación y no que exporta pobres como se ha dicho también”.
Uno de los programas con los que ayudan a las familias a abandonar el cinturón de extrema pobreza es el de "microfranquicias", que es crear pequeñas empresas con un capital mínimo con el que principalmente mujeres jefas de hogar pueden ganar cerca de G. 1.000.000 al mes.
Con el programa al menos "van a tener la seguridad que van a ganar plata con su micronegocio porque ya está probado. Cada una aporta su capital inicial pero lo puede financiar a través de la Fundación Paraguaya", indicó Laura Caballero, gerente del proyecto.
Hay más de 7.000 familias beneficiadas y los rubros son de venta de ropa interior, jeens, remeras, bijouteri, huevos, helados, entre otros.
