/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/JYW4RRUGPJDNFOI2GEICYP6LA4.jpg)
Cargando...
La declaración Nº 59 reconoce al Pa’i Oliva (90) “por su invalorable aporte la sociedad paraguaya y latinoamericana, en la formación ética de la juventud, la defensa de la democracia, los derechos humanos, la promoción de la libre expresión y el pensamiento crítico”.
Lea más: Asunción distingue a pai Oliva por su labor a favor de pobres
En la ocasión, los legisladores le hicieron la entrega de una placa, momento que el Pa’i Oliva no desaprovechó para instar a los parlamentarios a la reflexión sobre el presente y futuro del país.
“Yo quisiera decirles una palabra, que la he pensado mucho y que la vivo y que la quiero decir de verdad: no dividamos a la sociedad en derecha o izquierda. Porque los de izquierda utilizan la otra palabra para denigrar a los de derecha y los de derecha utilizan esa palabra para denigrar a los de izquierda”, sostuvo.
Lea más: Exigen justicia por el marzo paraguayo
“Con estos prejuicios tapamos la boca a personas que no son totalmente malas pero que no son totalmente buenas. Coincidimos en una cosa, sí, pues en esa cosa vamos a luchar. Amigos, el Paraguay será pobre, siendo inmensamente rico, porque unos y otros no nos unimos. Muchísimas gracias y perdonen las cosas que dije, no quiero que sirvan para desunirnos sino para unirnos o, si no, el Paraguay se muere”, agregó finalmente.
El padre Francisco de Paula Oliva nació en Sevilla, el 14 de octubre de 1928, y llegó a nuestro país en 1964, con 35 años. Fue exiliado durante la dictadura del Gral. Alfredo Stroessner, en octubre de 1969, por lo que vivió en Argentina y otros países durante ese tiempo.
Tras 26 años, regresó a Paraguay en 1995. Desde entonces, trabajó muy de cerca con las personas de escasos recursos y fue uno de los que apoyaron a los jóvenes en el Marzo Paraguayo.