La sesión extraordinaria de este martes es con motivo de tratar el pedido de permiso para el ingreso de tropas de EE.UU a nuestro país.
Sin embargo, ya desde el inicio la sesión fue tomando otro cariz y alejándose un poco del tema cuando tomó la palabra el senador Paraguayo Cubas, quien volvió de estos días de descanso con un renovado repertorio de improperios. La diferencia fue que esta vez sus colegas dejaron bien en claro que ya no estarán dispuestos a consentir ni a tomar con simpatía los arranques de Payo, y advirtieron que tomará iniciativas para que sea sancionado.
Una de sus primeras víctimas fue la senadora Giorgia "Nani" Arrúa, del Partido Patria Querida, a quien acusó de ser amiga del diputado Ulises Quintana, preso por ser salpicado con presuntos vínculos con el narco Cucho Cabaña.
Ante estas acusaciones, Nani respondió que sí es amiga del diputado Quintana, pero mencionó al presidente del Congreso, Silvio Ovelar, que este como autoridad del pleno no podía seguir permitiendo el comportamiento de Cubas, a quien calificó de "maleducado", y que esperaba que tome acciones.
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Tras su queja, en la que la legisladora se mostró evidentemente ofuscada, Beto Ovelar le pidió disculpas y aseveró que sí hizo cumplir el reglamento pues ordenó que corten el micrófono de Cubas cuando este comenzó a excederse.
Entre otros senadores que tomaron la palabra, Enrique Riera también fue contundente en sus informaciones aunque no ofendió a Payo, pero le recordó que el cargo solo dura cinco años y cuando termina, “si no hacés rekutú tu teléfono no suena nunca más. Esta carroza se convierte en calabaza cada cinco años”, expresó Riera, quien también se mostró a favor de las sanciones a Payo.
Fernando Silva Facetti fue otro de los que tomaron la palabra en un momento dado de la sesión, para manifestar que también estaba disgustado por la ofensa que recibió su colega Nani Arrúa, y recalcó que “cualquier disidencia se debe manifestar siempre en el marco del respeto”.
Entre las sanciones que se le pueden aplicar a Cubas se encuentra la suspensión por hasta 60 días. El senador de Cruzada Nacional se ofuscó porque dijo que le parecía inútil y sin sentido la convocatoria a sesión extraordinaria en medio del receso parlamentario para hablar sobre el ingreso de las tropas de Estados Unidos a nuestro país.