El último mes del año trajo consigo tres casos de fallecimiento de obreros por caídas al vacío, mientras se encontraban realizando construcciones. Todos los accidentes llaman la atención por la semejanza de las circunstancias en que se produjeron y hacen pensar que podría haber un factor relacionado con la seguridad de los constructores, que ocasiona un mal manejo en las obras y, por ende, muertes que lamentar.
El primer suceso se registró el sábado 5 de diciembre, a las 12:30, cuando Saturnino Gaona (44), empleado de mantenimiento del Hotel Excélsior de Asunción que se encontraba realizando arreglos en el piso 12, cayó hasta la terraza del noveno piso. El obrero subió a una viga y esta se rompió, por lo que cayó tres pisos. A consecuencia de las graves lesiones, falleció.
El segundo accidente con desenlace fatal ocurrió el domingo 13 de diciembre, cuando un operario de 28 años llamado Miguel Ángel Jara Cardozo, que se encontraba realizando reparaciones en el techo del Cabildo de Asunción, cayó cuando el andamio en que se encontraba se desplomó. La muerte fue instantánea.
El tercer caso se registró ayer cuando otro trabajador murió luego de caer del segundo piso del local comercial Fabri Ofertas, en la ciudad de San Lorenzo. El constructor Mario Martínez, de 64 años, cayó del andamio sobre el cual se encontraba desempeñando sus tareas. Pese a que fue auxiliado por paramédicos de la Cruz Roja que lo llevaron hasta un centro asistencial, nada se puso hacer por él y falleció debido a los fuertes golpes.
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Para conocer una opinión acerca de la cadena de sucesos que está dejando víctimas fatales y dolor a las familias de los obreros, ABC Color charló con Miguel Zayas, presidente de la Central Nacional de Trabajadores (CNT), organización sindical que aglutina a 11 sectores laborales de distintos rubros, entre ellos el de la construcción. El dirigente sindical informó que el sector está al tanto de los sucesos y se encamina a tomar acciones, la primera de las cuales sería denunciar a nivel internacional los hechos ocurridos.
“Estamos emitiendo un comunicado a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a la Confederación Sindical de las Américas y a la Central Sindical Internacional, de manera a que se enteren de la gravedad de lo que está pasando en el sector de la construcción en nuestro país”, señaló el sindicalista.
Zayas aseguró también que, incluso antes de los últimos sucesos fatales, la CNT ya venía trabajando sobre la problemática de la seguridad obrera a la hora de desempeñar labores de riesgo. “Habíamos manifestado a la OIT nuestra preocupación. Los compañeros trabajan sin cascos, sin andamios seguros. Hoy día tenemos implementos muy modernos y hay albañiles que aún siguen trabajando en las alturas atados con piolas y sobre una tabla, arriesgándose a caer en cualquier momento”, manifestó el representante.
Al consultarle con respecto a quiénes considera culpables de los lamentables sucesos, Zayas apunta a los arquitectos y contratistas de las obras. “Los empresarios de la Capaco (Cámara Paraguaya de la Construcción) deben obligar a estos profesionales a que provean a los obreros de todos los elementos de seguridad, además del seguro social. A esa gente hay que condenar, imputarlos de ser posible, pues por su negligencia es que ocurren estas pérdidas humanas”, reclamó el presidente de la CNT.
Zayas añadió otra denuncia: “Hay arquitectos e ingenieros particulares que piden a los trabajadores que lleven sus propios elementos de trabajo. Ni siquiera herramientas básicas les compran. Esto es grave y debe cambiar”, dijo el presidente.
Al referirse a los arquitectos y contratistas, Zayas criticó el accionar de los paraguayos. “Los inversionistas extranjeros cumplen mejor con las leyes laborales; nuestros propios compatriotas son reacios a cumplir las normas de seguridad, para no gastar más dinero”, lamentó el líder sindical.
Por otra parte, Miguel Zayas afirmó que el sector obrero necesita un compromiso fuerte por parte de la Cámara Paraguaya de la Construcción. “Pero esta vez en documentos, por favor, porque de palabra ya lo hemos hecho anteriormente y no funcionó”, remarcó. Exigió también la intervención del Ministerio de Trabajo para garantizar el cumplimiento de los derechos de los obreros.
Hasta el momento, la CNT no estableció contacto con los familiares de los trabajadores fallecidos, pero, a través de ABC Color, Zayas se puso a disposición. “Queremos apoyar a las familias de las víctimas en el aspecto jurídico para que, de ser necesario, puedan realizar una demanda a los contratistas y exigir una indemnización, ya que han perdido al sostén de sus hogares”, expresó el dirigente.
A nivel país, aproximadamente 1.400 obreros están aglutinados en el sector de la construcción dentro de la Central Nacional de Trabajadores.
La Cámara Paraguaya de la Construción (Capaco) es una entidad integrada por empresarios que se aglutinan con el objetivo de garantizar el correcto trabajo y buen relacionamiento entre todas las empresas constructoras, además de potenciar la seguridad en todo emprendimiento obrero que se realice.
Buscando una versión por parte de este sector, llegamos hasta Jorge Moreno, presidente del gremio. Para sorpresa, la autoridad no estaba al tanto de las muertes de los operarios. Luego de hacerle un recuento de los casos, el empresario informó que frecuentemente realizan “charlas con los representantes técnicos, en la que abordamos temáticas como la seguridad en las obras, y estos, a su vez, son los encargados de llevar el mensaje a los trabajadores”.
Según lo que se desprende de sus declaraciones, no realizan una capacitación directa a los obreros.
Al referirse a la seguridad que debería tener cualquier trabajador de obras, Moreno mencionó que se debe exigir al personal la utilización de equipos de protección personal, como cascos, botas, protectores de ojos y oídos, ropa especial de trabajo, protectores de brazos y piernas, cinturones, entre otros implementos, que deben ser proveídos por las empresas que los contratan. Sin embargo, argumentó que hay obreros que “no quieren” utilizar estos instrumentos.
Específicamente con respecto a las víctimas fatales, Moreno dijo que las empresas constructoras o autoridades que están a cargo de los sitios donde ocurrieron los accidentes “tienen una responsabilidad, no solo moral, sino también legal, de atender con una remuneración económica, ya sea a los fallecimientos que ocurran, o a los accidentes que impiden al obrero trabajar por determinado tiempo”.
Con respecto al monto de remuneración que debería otorgarse a las familias de los fallecidos, el entrevistado no quiso dar una cifra y explicó que “eso es muy relativo, depende de cada caso”.
