La fiscala Gladys Torales confirmó esta mañana que la denuncia por presunta negligencia médica en el Hospital Regional de Coronel Oviedo no ha avanzado. Señaló que el caso ingresó como un hecho a determinar y hasta la fecha se trataría de un hecho de “lesión culposa”.
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Señaló que, pese a que la presunta negligencia desencadenó graves problemas de salud para la víctima, todavía “no se puede hablar” de una lesión del tipo penal y, por ende, imputar a los profesionales involucrados en la cesárea que se realizó en agosto del año pasado. Confirmó, sin embargo, que no hay duda de que dejaron gasa y un separador de plástico en el interior de una joven de 17 años.
Argumentó que todavía se debe probar “si hubo dolo”. Para ello, se ordenó la conformación de una junta médica que realice una pericia detallada sobre el caso. Los especialistas, que ya fueron seleccionados, deberán determinar qué órganos fueron afectados, qué tipo de lesiones le fueron ocasionadas, qué tipos de objetos fueron hallados en el interior de la víctima y otros puntos que fueron solicitados incluso por la defensa, especificó.
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Reiteró que no hay ningún imputado por el caso porque hasta la fecha, para la Fiscalía, es un hecho de lesión culposa y el Ministerio Público no tiene intervención en ese tipo de denuncias. “Se tendrá que desestimar esta causa y recomendar que la víctima acuda a una querella y, si lo considera, a una instancia civil”, agregó con respecto a qué podría pasar si no se confirma que hubo dolo.
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Días después de ser dada de alta tras una cesárea, la joven empezó a presentar varios síntomas llamativos, por lo que tuvo que volver al hospital. Al realizarle los chequeos, constataron que se dejaron en su interior algunos elementos utilizados durante la cirugía.
La adolescente tuvo que ser sometida a tres cirugías, la última el domingo pasado. A raíz de esta situación, su estado es delicado y se encuentra en terapia intensiva con pronóstico reservado.