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Durante la celebración por la fiesta de la Virgen de la Asunción, patrona de la capital y del Paraguay, realizada en la explanada de la Catedral Metropolitana, monseñor recordó durante su homilía a los secuestrados, refiriéndose así a las tres personas que están en poder del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP): Edelio Morínigo, Abrahán Fehr y Franz Wieber.
“Las personas secuestradas y prisioneras son ya un triste documento ante las naciones y ante la historia. Aquí hay capacidad y medios, falta la buena voluntad”, expresó Valenzuela, ante una gran cantidad de fieles que atendían la homilía.
El suboficial de la Policía Nacional, Edelio Morínigo, fue secuestrado el 5 de julio de 2014. Abrahán Fehr cumplió un año en cautiverio el pasado 8 de agosto, mientras que desde el 27 de julio de este año sigue secuestrado el joven de 17 años, Franz Wiebe.
En otro momento, habló sobre lo que considera los grandes males que afronta el país, y que seguirán siéndolos en el futuro: el narcotráfico y su vínculo con la política, y la falta de reforma agraria.
“Alertamos a las autoridades nacionales el deber de asumir con coraje la lucha contra los delitos trasnacionales, aún a riesgo de afrontar situaciones de conflictividad de difícil resolución, pero un Estado paralelo basado en los delitos protegidos por el crimen organizado debe ser repudiado por los católicos y las personas de bien que habitan en nuestro país”, indicó Valenzuela.
“Otro mal a extirpar es la mentada reforma agraria. A la larga, parece no interesar a la esfera política ni económica, sin embargo, es un constante reclamo de la sociedad, en especial de los campesinos, indígenas y de las familias pobres. Por favor, basta de manifestaciones y falsas promesas”, exclamó.
Antes de la celebración religiosa, se había hecho, como cada año, la procesión náutica, que estuvo acompañada por cientos de personas.