Producto del temporal, varios sectores del área rural sufrieron la interrupción del servicio de energía eléctrica. Igualmente como normalmente ocurre en estos casos, los caminos de la zona, quedaron intransitables. Felizmente no hubo daños materiales severos y tampoco víctimas que lamentar.
Mientras el personal de la ANDE, sigue trabajando intensamente para tratar de reponer totalmente la luz en las poblaciones afectadas.
Hasta hoy en la zona no han sido repuestas las columnas de alta tensión, derribadas el 24 de diciembre del año pasado. Esto genera preocupación en la población que teme se repita un fenómeno similar que fácilmente podría dañar seriamente la muy precaria red eléctrica del Ñeembucú.