“Hicimos la formación y llegó el helicóptero Robinson, hizo el sobrevuelo y escuchamos disparos. Después vino el helicóptero, se bajó y se reunieron con los superiores, después de eso dijeron: ‘Vamos a hacer el procedimiento’ y nosotros les dijimos: ‘Cómo pio si escuchamos disparos’ y el jefe (subcomisario Erven Lovera) respondió: ‘Ustedes escucharon y yo vi los disparos’”, relató Zaracho sobre el inicio de aquel determinante episodio.
El testimonio fue escuchado por el Tribunal de Sentencia integrado por los jueces Ramón Trinidad Zelaya (presidente), Benito González y Samuel Silvero, informó Perla Silguero, periodista de ABC Color. Zaracho contó que mientras las filas avanzaban por el predio de Campos Morombí, en medio de una hostil calma, llegaron hasta un tejido de alambres detrás del cual se encontraba una concentración de labriegos, sitio hacia donde se dirigían para dialogar.
“Cuando nos acercábamos, vimos gente armada en el punto centro, arma de fuego y contundente, o sea machetes, había otro tejido antes de llegar a esas personas, verificamos el alambrado, entonces saqué mi pinza; apenas saqué ya me apuntaron, me dijeron ‘aníke peike ko’ápe, porque ñamanombáta’”, relató.
Pese a la amenaza -comenta- procedió a cortar el tejido, para luego volver a la formación que se mantenía; el jefe (Lovera) alzó la mano y empezó a caminar, en compañía de los escopeteros y antimotines, y empezó a caminar hacia el centro para dialogar con los campesinos, un grupo compuesto por siete u ocho personas. Ante el avance de las fuerzas, de a poco empezaron a levantarse más personas de entre el pastizal, por lo que se tuvo que detener la marcha y se pidió el apoyo de personal táctico, porque había gente con armas de fuego.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El testigo y protagonista dijo que la formación se dividió en dos para acaparar más terreno. “Les llegue a decir: ‘pemombo pe nde armas (sic)’”. Acto seguido -recuerda- se produjo un forcejeo, uno de los campesinos intentó herir al subcomisario Lovera con un machete y entonces se produjo el primer disparo para defenderlo, fue entonces que los campesinos abrieron fuego contra los intervinientes, dando inicio al tiroteo. “Al lanzarme al suelo, me impactaron un tiro en el rostro, cerca de la nariz. Tuve una entrada de bala debajo de la nariz, tuve pérdida total de tejido, paladar y hueso de paladar, se me reconstruyó todo. Tuve hemorragia nasal y bucal”, expuso.
Durante el intercambio de disparos, Zaracho intentó cubrirse debido a la herida que tenía en la boca, aunque no había dónde, pues se trataba de un campo abierto, mientras observaba cómo sus colegas caían abatidos. “Les miré a mis camaradas, no quería dejarles, pero en sus rostros ya tenían impactos de bala”. Finalmente, luego de varios minutos pudo ser retirado y llevado en una patrullera hasta el hospital local y luego derivado al Hospital de Policía Rigoberto Caballero en Asunción, donde le operaron y reconstruyeron la mandíbula.
El suboficial Nelson Zaracho es el testigo número 25 -de los 264 anunciados- en brindar su relato de lo ocurrido dentro del marco del juicio por la masacre de Curuguaty. Los fiscales Liliana Alcaraz, Juliana Giménez y Leonadi Guerrero sustentan la acusación por homicidio doloso en grado de tentativa, invasión de inmueble ajeno y asociación criminal contra: Rubén Villalba, Felipe Martínez, Luis Olmedo, Adalberto Castro, Arnaldo Quintana, Néstor Castro, Lucía Agüero, Fani Olmedo y Dolores López, mientras que Alcides Ramírez y Juan Tillería están acusados por invasión de inmueble y asociación criminal.