El hecho se inició aproximadamente a las 21:30 de este martes entre la Avenida Mariscal López y Waldino Ramón Lovera, de la zona norte de Fernando de la Mora, donde Tomás Cuevas Peña (57) y su hijo de 25 años fueron tomados como rehenes por un grupo de personas armadas, informó el periodista de ABC Color Víctor Ruíz.
Los sujetos exigían a Cuevas Peña el desembolso de la suma de US$ 17.000, por la mala calidad de un producto fármaco de uso laboratorial que habrían adquirido del hombre de 57 años y actuaron en tres vehículos, uno de ellos de la marca Ford Ranger. El hecho culminó con un tiroteo en la zona sur de esta misma ciudad hasta donde uno de ellos acompañó a Tomás Cuevas para buscar el dinero.
Cuevas Peña subió a una de las camionetas y acompañado de uno de los hombres de nombre Miguel Ángel Bedoya Brítez (25), fue hasta la casa de un amigo ubicada entre las calles Uruguayana y Magallanes en la zona sur de Fernando de la Mora, distrito de Arroyo Seco, para pedirle prestada la citada suma de dinero. Atrás de estos iba otra camioneta como escolta. Mientras que el hijo quedó retenido en Fernando de la Mora.
Una vez en la casa del amigo Tomás Cuevas, bajó, entró y volvió a salir. Fue hasta la camioneta y realizó disparos con arma de fuego que terminaron hiriendo a Bedoya Brítez, en la espalda y el abdomen, éste último también efectuó tiros desde el interior del rodado que terminaron impactando en el parabrisas delantero. En ese momento el “escolta” huyó del sitio y también se produjo la liberación del joven de 25 años, hijo de Cuevas.
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Agentes de la Comisaría 11a Arroyo Seco intervinieron en el hecho, apoyados por Criminalística y la División de Investigación de Delitos. Por su parte el agente fiscal Cristian Ortiz determinó que tanto el padre como el hijo queden a cargo del departamento de Investigaciones, por el peligro que corren sus vidas. Por su parte, Bedoya que cuenta con antecedentes por estafa (2012) fue llevado a un hospital.
Los uniformados incautaron del lugar del hecho una pistola calibre 9 milímetros, perteneciente a Bedoya Brítez, y un revólver calibre 38 de Tomás Cuevas, así como vainillas servidas y un total de cinco celulares. Los individuos serían de la zona de Salto del Guairá, sin embargo, no tienen relación con los Bolívares incautados, según los investigadores.