“Tenemos que acordar cuánto es el monto de la deuda y, conforme a los resultados, avanzar en los otros temas”, dijo Loizaga en la víspera en conferencia de prensa al referirse a la misión del jefe de Estado en Buenos Aires. Ambos mandatarios se reunirán en horas de la tarde tras participar en el Congreso Judío Mundial en la capital argentina.
Paraguay solo reconoce el aporte de US$ 6.000 millones realizado por el Tesoro argentino para la construcción de la represa, no así los intereses que hacen que la deuda ascienda a US$ 18.000 millones. El canciller paraguayo expresó que Macri y Cartes darán el visto bueno para la reanudación inmediata de las negociaciones, estancadas desde hace años. El diferendo paraliza la construcción de otras dos usinas sobre el caudaloso río Paraná limítrofe, al sur, requeridas por Argentina para satisfacer su creciente demanda interna de energía.
Yacyretá cuenta con una potencia instalada de 4.000 megavatios. Sobre el mismo río, Paraguay también comparte con Brasil la hidroeléctrica Itaipú, con una potencia instalada de 14.000 megavatios, casi cuatro veces más que Yacyretá. Ambos países compran entre 80% y 90% de la energía que le corresponde a Paraguay, que además explota otras dos usinas internas de menor potencia.
El presidente Cartes reiteró en más de una oportunidad la buena relación que existe con su recientemente asumido colega argentino, a diferencia de las gélidas relaciones que mantuvo con su antecesora, Cristina Fernández (2007-2015). “Hay mucha predisposición de Argentina para seguir trabajando. Vamos a seguir mirando hacia adelante”, sostuvo el gobernante en su último encuentro directo con Macri, en diciembre.
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Cartes dijo entonces que las prioridades están basadas en el reordenamiento de la deuda, la ampliación de la represa y la construcción de otras hidroeléctricas, además de la potenciación de la hidrovía Paraguay-Paraná.