Sergio Iván Sánchez Duarte estaba a cinco meses de cumplir ocho años cuando a las 12:30 de ayer murió atropellado por un Toyota tipo Caldina, chapa CCH 841, de color blanco, guiado por José Osvaldo Escobar, de 32 años.
Momentos antes, el pequeño salió de la casa de su abuela, ubicada sobre la ruta III, en San Estanislao, para abordar el transporte escolar y dirigirse a la escuela Jesús Sacramentado. Finalmente, al ser avisado de la suspensión de clases por la muerte de una funcionaria de la institución, bajó nuevamente del bus y se dispuso a cruzar la vía para retornar al hogar cuando fue embestido por el automóvil, que lo arrastró unos 40 metros.
Sus últimos días, los vivió lejos de sus padres, ya que su madre trabaja en España y su padre reside en Ciudad del Este, Alto Paraná. De esta manera, quedó a cargo de su abuela, en San Pedro, según confirmó hoy Vivian Duarte, tía del niño.
En contacto con radio ABC Cardinal, Duarte mencionó que Sergio es velado hoy en su escuela, junto a sus compañeros y algunos familiares, mientras se aguarda la llegada de su madre, quien -tras conocer la triste noticia- inmediatamente se dispuso a retornar pero arribará a Paraguay recién a las 12:30 de mañana.
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Luego de la despedida junto en San Estanislao, el cuerpito será llevado a Ciudad del Este, según adelantó la tía, quien comentó que todos los gastos del velatorio y traslado fueron asumidos por el responsable del fatal choque, quien se había dado por detenido y quedó a disposición de la Fiscalía.
El dolor en la familia “es tanto que no le deseamos ni a nuestro peor enemigo”, expresó la tía, aún shockeada por el suceso. “Es un dolor inexplicable; esto no tiene sentido para nosotros, que un niño de siete años muera de esta forma tan trágica”, lamentó.
Recordó a Iván como “un niño tan especial, alegre, cariñoso y querido”. “Realmente no hay consuelo para nosotros”, manifestó.
