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De acuerdo a los datos ofrecidos por la Asociación Industrial Hotelera del Paraguay (AIHP), las plazas hoteleras del interior rozan el lleno en algunos de los puntos con mayor influencia de la festividad católica como Misiones, Trinidad o Yaguarón.
Durante estas fechas, tanto hoteles como posadas turísticas ofrecen paquetes vacacionales en los que suman actividades propias de la Semana Santa como la degustación de productos tradicionales como el chipá o la participación en eventos religiosos como los viacrucis.
Las plazas se han agotado los lugares próximos a Tañarandy de San Ignacio, la localidad del departamento de Misiones a la que acuden miles de feligreses cada año para presenciar la representación de los cuadros vivientes tradicionales, siguiendo la luz de millares las velas.
La afluencia de turistas en el interior del país está marcada también por el éxito de nuevas propuestas de ocio y cultura como las posadas rurales, viviendas particulares cuyo precio oscila entre los 12 y los 19 dólares la noche. La directora de desarrollo de producto de la Secretaría Nacional de Turismo, María Caballero, explicó que las posadas han alcanzado una cifra récord de visitantes durante la Semana Santa, motivada por su aumento de popularidad.
Se trata de una red de 249 viviendas repartidas por 12 departamentos del país, en las que los propietarios garantizan una experiencia personal, ofreciendo a los turistas circuitos de actividades, desde paseos en caballo hasta actos religiosos.
Para Caballero, se trata de una experiencia “impresionantemente positiva”, ya que permite a los visitantes conocer de primera mano la forma de vida de los residentes de los distintos puntos de Paraguay. A pesar de estas cifras en el interior del país, las previsiones de ocupación en Asunción alcanzan apenas un 50%, motivadas por un descenso en el número de visitantes argentinos, la comunidad que en los últimos años se ha colocado en primer puesto en los ránkings de turistas extranjeros en Paraguay.
La presidenta de la AIHP, Cecilia Cartes, achacó este descenso de turistas a la devaluación del peso argentino, frente al guaraní paraguayo, lo que limita su capacidad para hacer turismo en estas fechas.