Un altar y mensajes para Rodrigo Quintana

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Una foto de Rodrigo Quintana el día que recibió su título universitario, una vela votiva azul y una botella de plástico con rosas amarillas y azules conforman el improvisado altar en su memoria, a pasos de donde fue asesinado. Su sangre sigue allí.

En la Casa de la Libertad, sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, en Iturbe Nº 936), nada volverá a ser igual que antes del 31 de marzo. Esa noche, un operativo sincronizado de efectivos de la Policía Antimotines y de Investigación de Delitos, irrumpió en el local partidario y asesinó brutalmente a Rodrigo Quintana, un dirigente de la juventud liberal de La Colmena. Varios testigos aseguran que de no haber habido cámaras los muertos hubieran sido más.

El lugar donde cayó fulminado Rodrigo se ha convertido en un improvisado santuario. Nadie quiere lavar el charco de sangre que brotó de su cuerpo herido de muerte. Alrededor de la sangre seca hay candelabros fúnebres y flores que se están marchitan. Hay también velas azules que se derriten sobre el piso blanco y que junto a las gotas de sangre rojas forman la bandera paraguaya más triste. Al frente está el altar.

Y de allí salen los hilos de gotas de sangre que señalan el camino que recorrió Rodrigo la última vez que atravesaría el umbral de la Casa de la Libertad. Encima de ese rastro pusieron sillas de plástico azul, para que nadie las pise.

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Todo eso permanecerá allí, no se sabe por cuánto tiempo, porque aunque el pasillo y las oficinas a las que conduce deben ser usados, Rodrigo vive en ese sitio y no lo quieren alterar.

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El pequeño altar es visitado por dirigentes liberales, pero también llegan personas que nunca habían pisado el sitio y sienten la necesidad de estar allí. Llegan, miran, algunos se santiguan, otros se emocionan y dejan un mensaje en el libro de condolencias.

En ese libro se leen mensajes emotivos, del corazón

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Uno de ellos está firmado por alguien cuyo nombre no se distingue, pero se identifica como familiar de víctimas del incendio del Ycuá Bolaños. "Desde lo más hondo de mi corazón vengo a rendir honor en este lugar donde está tu sangre Rodrigo y a la madre le pido que tenga esperanza y busque justicia", dice.

"Quiero que me des fuerzas para luchar por los ideales de mi partido Colorado", escribió Martín Vallejos.

"Rodrigo, mi querido correligionario, estés donde estés quiero que me des la fuerza de luchar siempre por los grandes ideales del partido. Tu muerte nos da el ejemplo de ofrendar la vida por la patria". Estas palabras llevan la firma de Arnaldo Ojeda, de Piribebuy.

Otros mensajes son breves, pero contundentes: "Que no haya más jóvenes muertos por la dictadura", "Tu muerte no quedará impune", "Héroe de la democracia, defensor de la patria, símbolo de la juventud liberal". Y uno señala que Rodrigo fue "víctima de la dictadura del Grupo Cartes".