Pedro Alvarenga de 78 años de edad se acercó a principios de esta semana a la radio “Guyra Campana” de Horqueta y a través de la misma pidió la colaboración de personas con “espíritu solidario” para juntar la suma de G. 5 millones para comprar el platino que necesita para el tratamiento de su pierna izquierda.
Alvarenga dijo que vive solo en Espajín, localidad que colinda con el sector este de Horqueta, y afirmó que no tiene hijos ni parientes en la zona, pero no descartó que tendría familiares en otros puntos del país, a quienes no conoce.
El adulto mayor explicó que es hijo Francisca Alvarenga, madre soltera, quien falleció cuando era aún un niño y que desde ese tiempo vive solo, pero amparado por algunas personas de la región.
Dijo que siempre trabajó en las chacras y en las estancias de la zona para sobrevivir y sostuvo que actualmente le ofrece cobijo el concejal municipal, Heriberto Cabañas, en la granja que este tiene en Espajín. No obstante, Alvarenga debe acercarse al hospital de Horqueta para poder comer.
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Recordó que su pierna izquierda quedó fracturada luego de que fuera embestido por un motociclista hace aproximadamente un año. Posteriormente le enyesaron en el Hospital Regional de Concepción, pero sus huesos no se fusionaron por la falta del metal.
Sostuvo que en más de una ocasión reclamó a las autoridades sanitarias el enlace de su pierna tanto en el hospital distrital de la ciudad, como en el hospital regional de la capital departamental, sin obtener respuestas.
Lamentó que los centros asistenciales públicos de nuestro país no tengan esos elementos para las personas de escasos recursos económicos, debido a que para ellos es imposible acudir a una clínica privada por el costo que conlleva.
Manifestó que “ya es hora para que el gobierno nacional ponga al pueblo hospitales con todos los recursos para que los pacientes pobres no anden mendigando para solicitar ayuda, mientras que las autoridades corruptas se apropian de millones de dólares y se enriquecen a costa del pueblo”.
Alvarenga dijo que espera que algunas personas acaudaladas, tengan “piedad” y lo ayuden para recuperar su pierna con el fin de regresar a las chacras y trabajar.