Urgen soluciones definitivas

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ÑEEMBUCÚ. Los pobladores de este departamento viven uno de los momentos más tristes de su historia, con la gran inundación que afecta principalmente al área rural de la zona. Los moradores reclaman soluciones definitivas para evitar una catástrofe mayor.

Las grandes precipitaciones registradas desde hace aproximadamente 3 meses, han convertido al territorio departamental en un inmenso lago que cubre lo que fuera tierra firme. Los agricultores, oleros, pescadores y albañiles no tienen modo de subsistir, mientras los productores pecuarios luchan por salvar de la muerte, animales que agonizan en los campos inundados.

A la inversa de lo que ocurriera en 1983, cuando la crecida del río causaba estragos en los pueblos de la ribera, y obligaba al éxodo a miles de pilarenses, alberdeños, humaiteños y habitantes de otros centros urbanos. Esta vez es el agua de lluvia, el que se acumula en pueblos y campos que están en el área de los esteros, que están totalmente desbordados, con sus canales colmatados.

Una razón fundamental para esta catástrofe son la gran cantidad de obras viales ejecutadas sin asesoramiento técnico, y en las que no se han considerado la construcción de puentes y alcantarillas. En estos trabajos que son ejecutados desde hace décadas, son responsables las comunas y la gobernación por obviar las características de la zona al momento de proyectarlas.

Igualmente tiene su porcentaje de responsabilidad el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) al no fiscalizar estas obras en el Ñeembucú. También en los últimos años, productores de arroz y ganaderos, han construido terraplenes que no permiten el normal escurrimiento de las aguas.

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El departamento de Ñeembucú vive en emergencia desde el 2014, y aunque parezca increíble, hasta el momento las autoridades no se han sentado a dialogar y elaborar un plan departamental en el que estén involucrados todos los representantes regionales, para generar soluciones a los problemas que se repiten con extremada frecuencia.

A pesar de las inundaciones que vienen afectando en forma casi ininterrumpida desde hace algunos años, los recursos públicos que disponen la gobernación y los municipios, han sido direccionados a obras que no tienen ninguna relación con las urgencias de la población.

Sin criterio técnico y pésimamente ejecutadas, estas obras han ahondado los problemas que ya se tenían años atrás.  Llamativamente. las costosas obras han sido adjudicadas siempre a una misma empresa y los pésimos resultados están a la vista.

Debido a la falta de planificación y dialogo entre las autoridades, cada año se recurre al asistencialismo para enmendar los errores cometidos. Además del auxilio que necesitan en este momento los pobladores, esta debe ser la emergencia que marque el inicio de una etapa de organización y trabajo conjunto enfocado en la solución de los graves problemas que tiene la infraestructura del Ñeembucú y el rescate definitivo de los habitantes.

El enfoque para la solución debe ser interdisciplinario, ingenieros hidráulicos y civiles, deben trabajar en la adecuación de las obras viales para que ya no sigan constituyéndose en diques. Los especialistas del Ministerio de Agricultura y Ganadería deben encontrar rubros agrícolas que se adapten a las características de la zona y evitar los cultivos tradicionales que sean vulnerables al clima que impera en el departamento.

Asimismo se requiere de un plan de viviendas que instale en lugares no inundables, fundamentalmente a los vecinos de Pilar, Alberdi y otros centros urbanos, que tras cada lluvia, sufren el anegamiento de sus hogares.

Según datos de la SEN, la primera asistencia alcanzó a 6.597 familias de los 16 distritos, entregando 316.176 kilos de víveres. Además de colchones, carpas y frazadas.

En la segunda etapa, un total de 9. 753 familias de los 16 distritos del departamento, serán asistidas con 468.144 kilos de alimentos no perecederos. La entrega se realizará desde el martes 6 de junio.

Igualmente se prevé el auxilio con colchones, frazadas, chapas y carpas, acorde a las necesidades de cada municipio. Por su parte, la Entidad Binacional Yacyreta ha entregado a los municipios del departamento 1600 millones de guaraníes, que fueron distribuidos entre los 16 distritos para cubrir las necesidades más urgentes.

Igualmente respalda la limpieza de canales a través de la organización departamental FUDEÑE. La Binacional también entregó 750 millones de guaraníes al Consejo Regional de Salud del Ñeembucú, para reforzar la asistencia en el área de la salud.

El Ministerio de Educación con apoyo de la UNICEF, instaló 2 aulas móviles de estructura metálica y lona, en la plaza de Guazu Cuá, para los alumnos del Colegio Nacional Rigoberto Caballero, que actualmente se encuentra rodeado de agua, sin acceso.