Lilian Ruiz, fiscala del caso, dijo a ABC Color que están “en una laguna” frente a la actuación de Blanca Elizabeht Vera (25) y Emiliano Ovando Quiñonez (30), padres del bebé desenterrado, caso que sacudió a la comunidad.
“Analizamos la perturbación de la paz de los difuntos, pero las normas son muy diferentes, lo que no se pensó nunca, ni en el Código se contempla, es que el cadáver esté enterrado en un patio”, expuso la representante del Ministerio Público y habló de que se pena el robo de cadáveres cuando es con fines de lucro, pero nada en el Código Penal plantea esta situación. “Tenemos que estudiar mucho más y ver si la norma contempla en qué encuadrar la conducta de los padres”.
Relató que el niño nació el 13 de junio y falleció la madrugada del 10 de julio. Ese mismo día, los padres con ayuda de los vecinos construyeron un nicho en el propio patio de la casa donde depositaron el cuerpo. Sin embargo, ayer apareció el cadáver en la cama de la pareja. Sus padres aseguraron incluso que era un milagro. Impresionados por el caso, los vecinos dieron aviso a las autoridades y fueron convocados agentes del Ministerio Público.
La fiscala refirió que lo primero que hizo fue ordenar el traslado del cuerpo a un cementerio cercano y luego con ayuda de agentes de Criminalística buscaron las prendas de vestir con las que fue enterrado el niño, ya que cuando reapareció vestía otras. Las ropas estaban guardadas en una bolsa de arpillera junto con un biberón cargado con leche recién preparada. “Eso nos extrañó muchísimo y nos llevó a suponer que el trastorno que tiene la mamá se confirma”, es decir, todo conduce a que fue la madre la responsable del hecho.
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De momento, anunció que se dará participación al Ministerio de Salud para brindar asistencia psicológica a la familia, pues el Ministerio Público solo puede hacerlo con víctimas, que en este caso es un cadáver.