Varios costosos invernaderos y la Escuela Nº 5.717 “Manuel Ortiz Guerrero” quedaron severamente dañados al igual un tinglado multiuso de la mencionada institución, que no dará clases por unos días.
Salvador Torres, productor de hortalizas y miembro del Comité de Productores Frutihortícolas San Isidro, reveló que varios de sus colegas quedaron prácticamente con las manos sobre la cabeza debido a que sus cultivos e invernaderos quedaron inservibles, algunos con toda su producción de tomate.
“Nosotros contamos con seis modernos invernaderos que nos había construido el empresario de una cadena de supermercados, Tomás Dávalos, de los cuales dos de ellos fueron tumbados por el fuerte viento del viernes último”, explicó Torres. “En uno de ellos había tomate en plena etapa de cosecha, es propiedad de Dionisio Flor y Cristino Carvallo, este último estaba cosechando sus productos, va tener millonarias pérdidas”.
Así mismo los invernaderos que habían sido construidos por la Gobernación de Canindeyú también se vinieron abajo, produciendo severos daños a los cultivos.
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La escuela Manuel Ortíz Guerrero, ubicada en la colonia Araujo Cue, quedó destruida.
Un tinglado multiuso fue arrancado, y cayó sobre la escuela causando destrozos en el techo, lo que permitió que los materiales de la casa de estudio quedaran inutilizados porque se mojaron completamente, incluso las computadoras, según manifestó el director del colegio, Eleno Santacruz Záracho.