Rómulo Rojas: “Ya me soltaron. Estoy bien”

El fiscal Carlomagno Alvarenga aseguró que la familia de Rómulo Rojas, liberado luego de permanecer secuestrado durante más de 24 horas, no realizó pago alguno para que los criminales que lo tenían lo dejaran ir. Así fue la comunicación con la familia.

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“Ya me soltaron. Estoy bien”. Ese fue el mensaje que envió Rómulo Rojas a su familia para anunciar que los criminales que lo habían raptado el miércoles en la colonia Hugua Ñandu lo habían liberado luego de más de 24 horas de cautiverio.

En el momento en que llegó el mensaje, uno de los familiares del secuestrado se encontraba en compañía de representantes de la Fiscalía y agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), el cuerpo militar-policial que debería encargarse de la lucha contra los grupos criminales que operan en la zona norte del país.

Ni bien se recibió el informe, un contingente encabezado por el fiscal Carlomagno Alvarenga se movilizó hasta la zona en la que se encontraba Rojas.

La comunicación del secuestrado fue breve, apenas segundos antes de que se perdiera la señal de su teléfono; aunque el tiempo fue suficiente para anunciar la buena noticia de su libertad y dar referencias de dónde se encontraba.

Rojas fue liberado poco después de las 17:00 de este jueves, en un camino de tierra en las inmediaciones de una estancia ubicada entre la zona de Hugua Ñandú y Agüerito, con él se encontraba también Modesto Antonio Alfonso, quien también había sido llevado por los criminales. El punto en el que se produjo su liberación se encuentra bastante alejado del casco urbano y las condiciones del camino hacen que llegar hasta allí sea complicado.

Fuentes de la FTC indicaron a ABC Color que alrededor de las 18:20, miembros de la fuerza del orden llegaron hasta el lugar donde se encontraban los secuestrados y pudieron confirmar que se encontraban en buenas condiciones.

El fiscal Alvarenga, por su parte, aseguró que no existió pago alguno para que se produjera la liberación. “No se realizó pago alguno”, insistió el representante del Ministerio Público en conversación con ABC Cardinal.

Rómulo Rojas y su capataz, Modesto Antonio Alfonso, se encontraban desaparecidos desde el mediodía del miércoles, cuando fueron capturados por cuatro criminales al llegar a una estancia de la localidad de Hugua Ñandu, distrito de Paso Barreto, departamento de Concepción. Extraoficialmente trascendió que el grupo armado exigió 100.000 dólares para liberarles.

El caso se inició el martes a las 19:00, cuando tres delincuentes con uniforme de camuflaje y uno vestido de civil, armados con escopetas y revólveres, tomaron por asalto la estancia “Santa Catalina”, cuyo casco central está ubicado a 20 kilómetros del centro urbano de la colonia Hugua Ñandu y a 130 kilómetros de la ciudad de Concepción, capital del Primer Departamento.

El lugar exacto es a 15 kilómetros del camino que une Hugua Ñandu con Puentesiño y a solo cinco kilómetros en línea recta del retiro “Santo Domingo”, donde había sido liberado el estanciero Fidel Zavala el 17 de enero de 2010, tras permanecer secuestrado por 94 días en poder del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que cobró 550.000 dólares para dejar libre al hacendado.

En este nuevo caso, los secuestradores mantuvieron de rehenes durante toda la noche del martes a una cocinera y a un adolescente que se encontraban en la estancia, mientras esperaban la llegada del propietario de la finca, José Rómulo Rojas Ledezma (47), quien fue capturado ayer a las 10:00, al llegar al lugar en su camioneta y en compañía del capataz Modesto Antonio Alfonso (48), igualmente retenido por los malvivientes.

Esos datos fueron confirmados anoche por el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), general de Brigada Martín Cáceres, y por el jefe del Departamento Antisecuestro de la Policía, comisario principal Gilberto Fleitas, en la Subcomisaría 27ª de Hugua Ñandu, que había sido atacada por el EPP hace 10 años.

El ganadero, su capataz y el adolescente fueron llevados en caballos hasta un monte, donde los criminales liberaron al menor y le ordenaron que regresara con los animales hasta la estancia, aunque supuestamente también con el recado de que se debían juntar 100.000 dólares para pagar por la liberación de su patrón. El vocero de la FTC, teniente coronel Raúl Pereira, admitió anoche a radio ABC Cardinal que manejan ese dato de manera extraoficial.

Sobre los autores, se cree que no serían miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), de la Agrupación Campesina Armada (ACA) ni Alejandro Ramos. Se trataría más bien de una gavilla local liderada por dos hermanos de apellido Echagüe, anteriormente sí vinculados con la referida banda armada.

Estos están vinculados a varios hechos delictivos como ser robos, asaltos y casos de abigeato.

Según fuentes a las que accedió nuestro medio, las fuerzas de inteligencia habrían detectado el lugar en el que se encontraba prisionero el ganadero, por lo que enviaron helicópteros a sobrevolar la zona. Al percatarse de esta situación, los marginales habrían decidido liberar a las víctimas para evitar ser capturados y poder darse a la fuga.

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