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Fueron 35 años de oscurantismo y de un largo periodo de aplastamiento para el pueblo paraguayo. El tirano protagonizó más de 600 sucesos contra la prensa y los periodistas. Y porque la estadística es abrumadora y muy extensa, nos remitiremos solo a enumerar y sintetizar unos cuantos casos que fueron célebres en su momento, quedando registrado en la historia paraguaya.
Entre lo acontecido, contamos más de 40 medios suspendidos, clausurados, arrasados y desmantelados; más de 6 directores-propietarios arrestados y escarmentados; más de 100 periodistas amenazados, censurados, apresados, torturados y exiliados; más de 40 imprentas allanadas y desintegradas.
Estos son algunos de los medios que no obedecieron rumbos ni moderaciones del déspota y su sistema de gobierno. El garrote de la opresión estuvo siempre presente: 01- Diario “El Orden”; 02- Diario “La Mañana”; 03- Diario “El Independiente”; 04- Semanario “Sendero”; 05- Semanario “Comunidad”; 06- Semanario “El Enano”; 07- Semanario “Aquí”; 08- Semanario “El Sembrador” y; 09- Semanario “La Libertad”.
La lista continua con: 10- Semanario “La República”; 11- Mensuario “Adelante”; 12- Revista “Resumen”; 13- Revista “Aslí”; 14- Revista “Diálogo”; 15- Revista “Criterio”; 16- Revista “Nuestro Tiempo”; 17- Revista “Análisis”; 18- Suplemento “Educativo”; 19- Radio “Stentor”; 20- Radio “Encarnación”; 21- Radio “Mariscal López”; 22- Radio “Caritas”; 23- Radio “Itapiru”, entre otros medios orales y escritos.
Y los nombres de aquellos que tuvieron que recibir los coletazos de un modelo de gobierno que nunca se fue y que cada vez más se aferra al poder de hoy para evitar su caída o extinción. Recordemos a Alfredo Alcorta, Antonio Bonzi, Antonio Maidana, Antonio Alonso Ramírez, Miguel Ángel Soler y Carlos Luis Casabianca, todos directores de la Revista “Adelante”.
Evocamos también a Epifanio Méndez Fleitas y Osvaldo Cháves por los Semanarios “Firmeza”, “Emancipación Paraguaya”, “Patria Libre”, “El Desterrado”, “Faro”, “Tetãgua Ára” y “Reivindicación”.
Igualmente, Miguel Ángel Martínez Yaryes, Rodrigo Campos Cervera, Nelson García Ramírez, Efraín Cardozo, Juan Carlos Zaldívar, Miguel Abdón Saguier, Juan Manuel Benítez Florentín y Justo Pastor Benítez (h), todos por el Semanario “El Radical” y; a Manuel Bernardes por el Diario “La Mañana” (1961).
Luego están Roberto Thompson Molinas (apresado en 1968 y 1974, luego exiliado), Francisco Talavera (1972), Miguel Ángel Curiel (1972), Alcibíades González Delvalle (1979, 1980, 1982 y 1983), Héctor Rodríguez (1980), Ramón Santiago Moreno (1982), José María Orlando (uruguayo, 1983, expulsado), Gustavo Codas (1983), Jesús Ruiz Nestosa (1983), Héctor Guerín (1983), Edwin Britez (1985), José Luis Detone (1984 y 1987), Aldo Zucolillo (1983, 1984 y 1985) y Alfredo Seiferheld (1986), todos por el Diario “ABC Color”.
En la segunda época de ABC (reapertura después del golpe 02-02-1989), la modalidad sistémica nacional cambió, hasta la persecución se “modernizó”. Los métodos anteriores en boga durante la dictadura (manu militari) fueron sustituidos por el “estado de derecho”, el “estado de excepción” y las “querellas civiles” (jurisprudencia), demandas que aparecieron en cascadas, amparadas en legislaciones y poderes fácticos del estado.
El “acoso judicial” fue el látigo para la prensa libre e independiente. La oligarquía política, en alianza espuria con el hampa, instrumentalizó a la justicia de modo a satisfacer sus apetencias revanchistas y castigar con la cárcel a todos los periodistas que osen ventilar los “fatos oficiales” del poder de turno. El blanco de los ataques fueron especialmente los corresponsales del interior, más indefensos y solitarios.
Las víctimas de este nuevo concepto o táctica de persecución al diario ABC Color, fueron: Aldo Zucolillo (más de 30 querellas), Hugo Ruiz Olazar (con orden de captura por decreto, firmado el 20-05-2000 por el propio presidente Luis Ángel González Macchi), Luis Verón, Sandra López, Alberto Candia, Luis Bareiro, Cándido Figueredo, Ángel Cardozo, Héctor Guerin, Fermín Jara, Walberto Caballero, William Aquino Medina, Desiré Cabrera, Cirilo Ibarra Enciso, Óscar López Degeller, Antonio Caballero, Catalino Ibarra, José Cardozo, Marvin Duerksen, Pablo Guerrero, Ignacio Martínez, Carlos Bottino, Nacha Sánchez y Mabel Rehnfeldt.
Los stronistas, que nunca cayeron del sistema, tenían a ABC Color marcado entre ceja y ceja. Cualquier circunstancia era propicia para alguna vendetta contra el diario. El “odio” contra el periódico se respiraba en el ambiente hasta que en los sucesos de 1999, con la irrupción de la pandilla de la “coronela” en el gobierno, pretendieron cerrar al diario por segunda vez. El aire golpista del gobierno y el nulo apoyo popular, no les permitió avanzar o concretar esa “idea”.
Pero continuemos con los perseguidos y apresados durante la dictadura stronista: Aníbal Maricevich Fleitas, Secundino Núñez y Gilberto Giménez, todos por el Semanario “Comunidad”; Juan Félix Bogado Gondra, Jorge Canese Krisvohein, José Nicolás Morínigo, Antonio Valenzuela Pecci, Adolfo Ferreiro Sanabria, Eduardo Arce Schaerer, Francisco Rodríguez Campuzano, José Carlos Rodríguez, Juan Manuel Marcos, Domingo Rivarola y Emilio Pérez Cháves, todos por los Semanarios “Sendero” y Revista “Criterio”.
Carlos Madelaire y Félix María Cáceres por el Diario “El Orden” y Radio “Encarnación”; Manuel Adolfo Caballero Ferreira por Radio “Stentor”; Juan Manuel Chamorro Damus por “Radio Difusora Mariscal López”; Lelio Cáceres Marín por el Semanario “El Sembrador”; Mario Melanio Medina por la Revista “Nuestro Tiempo”; Francisco de Paula Oliva por fundar el Departamento de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Católica de Asunción (UCA).
Agustín Goiburu y Vicente Maidana por la Revista “Aslí”; Sebastián Rivas Roy por la Revista “Diálogo”; Cesar Avalos (h) y Juan Andrés Cardozo por el Diario “La Tribuna”, Isaac Kostianovsky, Sixto Luís Alem Goodacre, Félix Humberto Paiva (1981) y Fernando Cazenave (1981) por el Diario “Ultima Hora”; Hernando Sevilla, Rolando Chaparro y Raquel Rojas por el Diario “Hoy”.
Nicolás y Miguel Ángel Argüello, Oscar Acosta (1986 y 1988), Luis A. Gorosito y Humberto Rubín (1985) por Radio “Ñanduti”; Cesar Vera Burgos por el Semanario “Aquí”; Javier Arancón, Guillermo Yaluff y Celso Velázquez por Radio “Cáritas”; José Luis Simón (1986), Martin Sanneman (1986) y César Báez Samaniego por el Semanario “El Pueblo”; Víctor Benítez por “Emisoras Paraguay”; Pedro Ferrari por la TV Canal 13 (1986); Cristian Nielsen por la Radio “1º de Marzo” y; Tomás Acosta por “El Diario”, después “Noticias”.
¡Tremendo escenario para ejercer el periodismo independiente e inclaudicable! Es apenas, la punta de Iceberg de todo un sistema en boga en Paraguay. Con Horacio Cartes, la gravedad ha alcanzado ribetes de “escándalo”, de “terrorismo de estado”, de “tormento serial”.
Nunca se mataron tantos periodistas como en este gobierno. Ni en los 35 años de dictadura militar del déspota Alfredo Stroessner, ocurrió algo similar… y esto, es mucho decirlo.