Por múltiples problemas y diversas circunstancias, la UNA necesita lavarse la cara, debería contar con nuevas autoridades que reúnan los requisitos básicos para dirigir a la universidad más antigua del país: capacidad, honestidad y dedicación exclusiva a tan delicada tarea.
A fines del año pasado, la UNA aprobó un nuevo Reglamento Electoral e integró un Tribunal Electoral Independiente que organiza, supervisa y proclamará a las autoridades que sean elegidas. Por primera vez se aplicará el sistema de balotaje, en el caso de que ninguno de los postulantes obtenga la mitad más uno de los asambleístas presentes.
La asamblea universitaria tendrá lugar el martes 16 de abril, la integrarán cinco representantes de cada una de las 12 unidades pedagógicas, más el rector actual y el vicerrector. Como el rector Abel Bernal pidió permiso, serán entonces 61 votos posibles.
Enfocando a los caballos en la carrera, una de las más activas es la Dra. Zully Vera, decana de Química, quien estuvo involucrada en una irregularidad, pues ordenó un millonario anticipo de dinero a una empresa, en el marco de un contrato que posteriormente fue anulado por la Dirección de Contrataciones Públicas.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Hace unos días, circuló en la Facultad de Química un panfleto que prometía conceder un crédito académico a quien asistiera a un debate sobre los comicios en donde la decana Vera sería una de las oradoras. Esta acción clientelista provocó la indignación de muchos estudiantes y la promesa de crédito se esfumó.
Un postulante outsider, pues no fue ni es decano, representa el Ing. Ricardo Garay, profesor titular de Agronomía, quien durante poco tiempo se desempeñó como ministro de Agricultura y Ganadería. Sus críticos apuntan a que se registraron hechos no muy claros durante su actuación como político.
El tercer candidato es el actual decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Dr. Nicolás Guefos, sobre quien pesa el hecho de haber sido denunciado e investigado por lesión de confianza cuando fungía de director administrativo de la Compañía Paraguaya de Comunicaciones.
También había lanzado su candidatura, aunque después descabalgó, el Dr. Raúl Torres Kirmser, exministro de la Corte Suprema de Justicia, período en que fue denunciado por tráfico de influencias para beneficiar a su hijo, Alberto Torres Ferreira, en busca de una medalla de oro en la Facultad de Derecho.
La UNA no solamente es la universidad más antigua sino también la más grande y prestigiosa del país, pero su desarrollo académico y administrativo no ha podido separarse de las miserias políticas y gubernamentales que afectan a la Nación. Lastimosamente, la historia registra muchos casos de corrupción, abuso de autoridad, tráfico de influencias y otros hechos que contradicen la misión y los objetivos de la alta casa de estudios superiores.
Los actuales candidatos a rector llegan con su mochila del pasado a cuestas y, teniendo en cuenta que muy raras veces se producen sorpresas agradables, cabe suponer que durante los próximos años la UNA no experimentará grandes cambios; los ejes de la carreta seguirán haciendo ruido pues nunca fueron bien engrasados.
ilde@abc.com.py