A Roa Bastos tenés que leerlo y no solo recordarlo como un gran escritor

Este artículo tiene 8 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2394

Escribir sobre la realidad paraguaya y nuestra gente fue lo que Roa Bastos hizo para conectarse con su patria mientras vivía en el exilio. No te quedes con lo que oíste del inmortal de las letras, animate a leer sus cautivantes novelas.

Novelista, dramaturgo y periodista fueron las profesiones de Augusto Roa Bastos, quien encontró su pasión en las letras y dedicó su vida a la creación literaria. Sus relatos gozan de componentes reales y elementos fantásticos; característico de la nueva narrativa hispanoamericana que estaba en auge en los años 60.

“Hueso y piel, doblado hacia la tierra, solía vagar por el pueblo en el sopor de las siestas calcinadas por el viento norte”, es la descripción con la que inicia“Hijo de Hombre”. En esta novela, el escritor plasmó detalladamente los aspectos de la idiosincrasia paraguaya, la religiosidad popular y la Guerra del Chaco. La obra se publicó en 1960 y es la primera de una trilogía completada después con “Yo el Supremo” y “El fiscal”.

Como tantos otros compatriotas, apremiado por las dificultades económicas y la difícil situación política, siendo joven aún viajó a Buenos Aires, en donde publicó “El Trueno entre las Hojas” y su obra maestra “Hijo de Hombre”.

Roa Bastos fue un incansable crítico de la historia social; por ello, tomó la realidad paraguaya como el escenario para sus relatos y sus protagonistas eran aquellas personas que no tenían voz para contar sus historias. Un claro ejemplo se encuentra en la obra “Hijo de Hombre”, en la que el escritor prefirió narrar la vida de Cristóbal Jara, un soldado paraguayo que luchó en la Guerra del Chaco antes que hablar del Mcal. José Félix Estigarribia.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Férreo opositor y crítico del régimen stronista, aunque volvía de vez en cuando a su tierra natal, en 1982, Roa Bastos tuvo que dejar el país para embarcarse al exilio. Cuatro policías vestidos de civiles lo deportaron a Clorinda, sin orden judicial, lo que era común durante esa dictadura.

Con la obra “Yo el Supremo”, Augusto Roa Batos fue distinguido con el Premio Cervantes de literatura en España en 1989. Así también, formó parte del selecto grupo del “boom latinoamericano” de la narrativa junto a otros grandes como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Jorge Amado y Julio Cortázar, entre otros.

“El hombre, mis hijos, tiene dos nacimientos: uno al nacer y el otro al morir... Muere, pero queda vivo en los otros, si ha sido cabal con el prójimo”. Esta expresión extraída de “Hijo de Hombre” define perfectamente a Roa Bastos, pues a pesar del correr del tiempo, su recuerdo sigue intacto a través sus prolíficas obras.

Este año, se conmemora el centenario del nacimiento de Augusto Roa Bastos y las celebraciones transcurrirán durante todo el 2017. Varias actividades se realizarán con el fin de enaltecer al grande de nuestra literatura.

Entonces, no te quedes solo con lo que escuchaste de Roa Bastos, animate a leer los apasionantes libros del representante de las letras hispanas y dejate llevar por la trama de sus historias.

Por Dahiana Galeano (20 años)