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Raquel se inició en la danza a los 15 años, cuando aceptó la invitación del profesor Juliano Goncalves para participar en una competencia artística, junto con el grupo de baile del coreógrafo. Esta actividad fue en Ciudad del Este, de donde ella es oriunda.
“Jamás tuve ese pensamiento de no poder hacer algo que quiero y, en ese momento, no se me pasó por la cabeza la pregunta: ¿será que voy a lograrlo? Más bien, pensaba: ¿qué va a decir la gente?, pero tampoco me importó mucho”, menciona la joven.
La bailarina explica que, en aquella ocasión, aceptó la invitación por compromiso y solamente para participar de una competencia. “Jamás imaginé que seguiría y de una forma independiente, buscando conocimiento y dando más interés a la cultura urbana”, manifiesta Raquel.
El vínculo de la joven con el arte se inició mucho antes, pues desde los 10 años empezó a estudiar dibujo y pintura; además, su hermana es profesora de danza, por lo que siempre estuvo ligada al baile. Entre las pasiones de Raquel se encuentra la cultura urbana, se inició con el hip hop, tratando de experimentar más este mundo artístico, conociendo y estudiando otros estilos como waacking y voguing.
“El hip hop, aparte de representar unión y respeto, es una cultura que no tiene en cuenta tu condición económica, física y mucho menos tu raza. Cuando estoy con amigos que también comparten este arte, me siento como en mi propia casa”, expresa Raquel.
Para la bailarina, ser una de las pioneras paraguayas en el arte inclusivo no fue solo cuestión de ganas, también consistió en disciplina y mucho trabajo. El año pasado, la joven fue nombrada mujer destacada de Alto Paraná y, en consecuencia, asegura que esto ayudó a que las personas puedan visibilizar más el talento y no la discapacidad.
“Escuchar constantemente las palabras 'me inspirás' despertó el compromiso de luchar por una mejor calidad de vida y el respeto de los derechos de las personas con discapacidad", sostuvo Raka, como también la llaman.
Raquel es activista y lucha por la inclusión en Paraguay, con la idea de demostrar, mediante las acciones, que querer es poder. Actualmente, la joven realiza un curso de lenguas de señas y afirma que “todos los ciudadanos deberían aprender esto para que las personas sin habla o con discapacidad auditiva no se sientan excluidas”.
Raka motiva a los jóvenes a que crean en sí mismos. “Pónganle siempre actitud a todo lo que se propongan, enfóquense y hagan lo que les gusta, sin importar lo que la gente te diga. Barreras van a encontrar siempre, pero la solución para eso es rodearse de gente positiva”, concluye la artista.
Por Fabián Gómez (18 años)