Miedo, impotencia y coraje son los sentimientos que se apoderaron de los dueños de una joyería de Lambaré, quienes fueron víctimas de un asalto. El suceso dejó un desenlace fatal, ya que uno de los malvivientes recibió el disparo durante un enfrentamiento con el propietario del negocio.
Las víctimas afirmaron que es la segunda vez que son asaltadas en lo que va del 2017 y que el año pasado sufrieron tres atracos. Según los registros policiales de la Comisaría 15ª Metropolitana, los ladrones actuaron con mucha violencia, pues hirieron al dueño y a su esposa.
Nuevamente, el debate se abrió en las redes sociales sobre la inseguridad en nuestro país y la decisión de hacer justicia por manos propias. Algunos internautas felicitaron al propietario de la joyería por la determinación que tomó al perseguir a los asaltantes; otros expresaron su alivio al saber que hay un delincuente menos en el país.
Cuando el hombre notó que estaba a punto de perder por quinta vez sus mercancías de joyería, la rabia invadió su ser y decidió combatir a los ladrones y exponer su vida. Entonces, nos preguntamos: ¿Es esta la manera correcta de acabar con la inseguridad de nuestro país? ¿Será necesario que los ciudadanos deban hacer justicia por cuenta propia para cuidarse de cualquier ataque o asalto?
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Muchas personas despiertan antes de que cante el gallo, trabajan hasta sudar la gota gorda y, ¿después?, un asaltante les roba en cinco segundos lo que a ellos les costó conseguir en un mes. De más está citar la posible solución para este problema social, ya que todos la conocemos de memoria: un sistema de seguridad en que los uniformados y la Fiscalía trabajen en conjunto y castiguen como es debido a los delincuentes.
Es una pena observar cómo algunos trabajadores, al momento de defender sus vidas y sus pertenecias, de víctimas pasan a ser victimarios. Entonces, ¿quién es más culpable: el que mata para defenderse o el que muere por robar?
Por Dahiana Galeano (20 años)