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Roque Santa Cruz empezó a los 10 años en la escuela de fútbol del Olimpia, su club actual, donde se convirtió en uno de los más queridos y admirados por la hinchada y la institución decana. Con tan solo 15 años, el jugador debutó en primera, iniciando así el sueño de su vida en el mundo del balón.
Hoy, con 37 años, Roque es ícono del fútbol paraguayo, destacándose en cada partido sin importar si mete o no goles. El futbolista estuvo en importantes equipos europeos y fue una pieza muy valiosa en la selección albirroja.
El delantero sobresale por tener una jugada rápida y por aprovechar todas los pases que se le da para convertir goles. Hasta el momento, el capitán tiene el 80% de efectividad en el Decano y tanto la hinchada como el cuerpo técnico admiran su capacidad y su destreza física con que aguanta casi todo el partido.
La gente lo aplaude no solo por su gran juego dentro de la cancha, sino también por ser una persona humilde y con ganas de ayudar fuera del campo de juego. Hemos visto a Roque apoyar campañas solidarias, visitar a enfermos y brindar cariño a los que van al estadio.
El capitán no solo se ganó el aprecio de nuestra gente, sino también el respeto y la admiración de algunas personas del exterior que siguen cada paso de su carrera profesional. Recordemos que el delantero pasó por varios equipos: Bayern Múnich, donde estuvo por ocho años; asimismo, se destacó en el Málaga, Real Betis, Manchester City, Cruz Azul, entre otros.
El delantero también disputó tres mundiales y cuatro copas de América, logrando el subcampeonato en la Copa América de 2011 y siendo un jugador clave en los años de gloria de nuestra querida Albirroja.
Roque firmó contrato hasta el próximo año con el Decano, en donde tiene 36 goles anotados, y una parte la afición deportiva espera que se extienda su periodo en el fútbol paraguayo para seguir disfrutando de sus goles; mientras, grabemos en nuestra retina cada excepcional jugada suya.
Por Mónica Rodríguez (19 años)