Alcantarillas tapadas, veredas repletas de envoltorios de comida y plazas arruinadas por los pañales usados, que contaminan la vista, son solo algunas de las desagradables realidades que podés cambiar desde tu hogar, a través de la reutilización y el reciclaje de los residuos. Los seres humanos generamos una gran cantidad de basura todos los días; tanto el envase de la leche que usaste para preparar tu desayuno, como los boletos del colectivo forman parte de esa constante producción de elementos desechables que ensucian nuestro ambiente.
Antes de tirar algo en cualquier parte, debés tener en cuenta que este elemento no desaparecerá por arte de magia; al contrario, se sumará a la enorme cantidad de basura que afecta directa o indirectamente a tu salud. Si pensás que un objeto ya no sirve, es seguro que vas a encontrarle una utilidad diferente y más novedosa a esa tapita, botella o caja.
Con las pinturas correctas, un poco de tierra del jardín de tu mamá y alguna flor, las latas de cerveza o gaseosa pueden transformarse en coloridas planteras para la decoración de tu hogar. Además, equipar tu cocina, utilizando estos elementos como contenedores para los cubiertos, representa también otra buena opción para reutilizar los envases citados.
Las botellas de plástico constituyen un gran problema para el medio ambiente, pues estos envases tardan siglos en degradarse. Por ello, al acabar el líquido de uno de los frascos, reutilizar el recipiente es una elección que contribuirá al cuidado de la naturaleza.
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Las personas más creativas suelen elaborar cucharas para cocina, utilizando botellas de plástico. Para ello, el recipiente debe ser cortado entre 10 y 15 centímetros de largo desde la mitad de la botella, aproximadamente, hasta llegar a las curvaturas del fondo del envase, que servirán para levantar la comida.
Algunos pasajeros, al abrir la mochila, encuentran muchos boletos de colectivo de diversos colores, que guardan en el bolsillo de mejor acceso. Una buena idea para no acumular todos los papelitos por siempre y no tirarlos un día a la calle es utilizarlos en un collage que se transformará en el forro decorativo de tus carpetas o cuadernos.
Los tubos de papel higiénico te ayudarán a guardar cables USB, cargadores, auriculares e, incluso, elementos de costura. Solo necesitás una caja de zapatos y la cantidad suficiente de estos cilindros para llenar el interior, formando fácilmente los distintos compartimientos que pueden parecer un curioso panal de abejas.
Posiblemente, tus acciones no cambiarán la realidad del planeta por sí solas, pero tu ejemplo servirá para que otros también exploren el arte de la reutilización y las maravillosas transformaciones que el reciclaje puede causar en el ambiente; la madre naturaleza agradecerá tu ayuda.
Por Belén Cuevas (17 años)
