Con originalidad, la basura se puede volver útil para decorar el hogar

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Sin darnos cuenta, día a día generamos un montón de basura: pajitas, papeles y botellas de plástico, entre un sinfín de cosas más hacen gran daño al medioambiente. En ocasiones, podemos reutilizar esos elementos para crear artículos útiles y originales.

Reciclar y reutilizar es una tarea que no muchos quieren cumplir; además, en nuestro país, es difícil encontrar un lugar adecuado para cada tipo de basura. Es por esto que muchas personas prefieren prolongar al máximo la vida útil de sus desechos.

Desde pequeños, nuestras mamás nos enseñaron que los frascos de café, al terminar su uso, se convertirían en contenedores de azúcar, sal o incluso de dulces y ricas mermeladas. Asimismo, los envases de plástico, sino encontrás un reciclador, podés utilizarlos como planteras o lapiceros.

Las latas siempre han sido los favoritos de nuestras madres para guardar hilos, agujas y botones.todo depende de tu creatividad para reutilizar lo que, a veces, parece “inservible”. Pero también podés usar estos artículos para crear lapiceros o, mejor aún, una alcancía. Hasta tu incondicional amigo de cuatro patas puede tener un techo renovado con envases de latas extendidos y colocados sobre su casita.

Hasta los neumáticos usados de tu papá pueden transformarse en divertidas hamacas al colgarlas de un árbol o, también, podrían convertirse en originales planteras para tu mamá. Si querés agregar un puf a tu pieza, lo único que necesitás es rellenar el espacio vacío del neumático con un cómodo almohadón y cubrirlo con una tela que te guste.

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Lastimosamente, muchas personas, aunque parezca una tradición vieja, siguen tirando sus basuras en las calles, ya sea cuando van caminando o viajan en colectivo. Estos residuos que se desechan en la vía pública, en los días de lluvia, van a parar a los alcantarillados cerrando los desagües y provocando la acumulación de agua y grandes raudales.

Durante los días de lluvia, algunos desubicados sacan sus bolsas llenas de basura y las vacían aprovechando la corriente del raudal para que se lleve su desperdicio a otro lugar. Sin duda alguna, estas acciones demuestran un total desinterés por las consecuencias negativas que puedan provocar.

Si tenés muchas pajitas acumuladas, podés forrar con las mismas el pequeño basurero que tenés en tu pieza o hacer decoraciones para darle color a tu habitación. Igualmente, con las tapitas de gaseosas es posible crear una alfombra o manualidades que llamen la atención; todo depende de tu creatividad para reutilizar lo que, a veces, parece “inservible”.

Por Divina Alarcón (18 años)