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La joven Leidy Ayala, de 21 años, iba caminando por las calles de Ciudad del Este, rumbo a la universidad en donde cursaba el segundo año de Contabilidad. La estudiante nunca se imaginó que sería la última vez que saldría de su casa, ya que fue asaltada por un delincuente que le arrebató la vida con 10 puñaladas, debido a que ella se negó a entregar sus pertenencias.
Una cartera y un celular: dos cosas que valieron más que la vida de una joven estudiante que trabajaba durante todo el día y por las noches estudiaba. Lastimosamente, los asaltos y asesinatos son comunes en nuestro país, donde reina la inseguridad. Uno no puede salir de su hogar y caminar tranquilo por la calle, ya que, en cualquier esquina, te podés encontrar con unos marginales que te pueden arrebatar la existencia en un segundo.
La pregunta que nos hacemos es: ¿Y los policías? Es cierto que los uniformados deben cuidar de nuestra seguridad y resguardar las calles de nuestra sociedad; pero, también es un hecho que muchas veces se ven obligados a “abandonar” ciertos lugares, ya que son pocos los agentes que se encuentran en una comisaría. Ante esto, cualquier persona se vuelve un “blanco fácil” para los malvivientes, quienes te pueden atacar sea a plena luz del día o en horas de la noche.
La seguridad es una de las tantas materias pendientes para el Gobierno de nuestro país. A tres años de la asunción al mando del presidente Horacio Cartes, la lucha contra este mal no ha avanzado; al parecer, se ha estancado o, tal vez , ha empeorado. El Ministerio del Interior no demuestra una postura firme ante estos hechos y, mientras tanto, los ciudadanos debemos seguir rezando cinco rosarios al salir de nuestras casas, para no encontrarnos con los malvivientes por el camino.
Lastimosamente, lo más probable es que el caso Leidy Ayala solo quedará para las estadísticas de los medios de prensa; las personas “arderán” por unos días en las redes sociales y pedirán justicia y los policías tratarán de hallar a los delincuentes que se robaron otra joven vida. Al parecer, la inseguridad seguirá reinando en nuestro país y, los asaltos, asesinatos, secuestros, etc., seguirán siendo el pan de cada día del pueblo paraguayo; un pueblo sufrido y cansado que solo pide salir de la casa con la seguridad de que volverá a dar un abrazo a sus seres queridos.
Por Brian Cáceres Verón (17 años)