A la mayoría de las personas les gusta estar rodeadas de amigos simpáticos con buen humor para pasar momentos agradables. Pero, así como hay gente que alegra el día con una sonrisa, también existe la odiosa que se enoja y se molesta por todo. Según la Real Academia Española, la antipatía es un sentimiento de aversión que, en mayor o menor grado, se experimenta hacia algún sujeto, animal o cosa.
Cuando las personas son desagradables, muchas veces, los jóvenes prefieren no estar rodeados de las mismas. Si estás con tu mejor amiga y viene su compañera junto a ustedes, ya ponés una cara larga que se nota a lo lejos y respondés de mala forma; es normal que haya gente que no te caiga bien, pero, en algunos casos, tenés que disimular lo que sentís.
La antipatía no siempre está presente, porque solo la experimentás cada vez que no te agrada algo; puede surgir mediante una discusión muy fuerte con cierta persona en un determinado lugar. Por ejemplo, si querés salir con tus amigas y tu mamá no te da permiso, ya te enojás y ponés una cara de amargada durante todo el día.
Así también, hay veces que sentís desagrado por un chofer o un vendedor que te trató mal o te hizo pasar pelada. No obstante, no sabés la situación por la que estaban pasando ni las razones por las que se comportaron de ese modo porque, en realidad, quizás sean bastante agradables.
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Asimismo, es frecuente que no soportes a una persona desconocida ya que te recuerda a alguien que te hizo sufrir y, por lo tanto, sin ningún motivo ya despierta en vos el sentimiento de antipatía. Llega una nueva estudiante a tu colegio y tiene las mismas actitudes que tu mejor amiga que te había apuñalado por la espada; por ello, sin conocerla, ya no la aguantás. Sin embargo, después de un tiempo, de ser la persona que más odiabas, se convirtió en tu alma gemela.
Es cierto que no todas las cosas son simpáticas o desagradables para todos, pero hay gente que desde un principio ya es considerada como antipática porque se siente su mala onda. Si sos de este tipo de personas, es muy difícil que tengas muchos amigos bancándote. Por eso, si querés llenarte de kapés que estén contigo, tratá de cambiar las malas miradas por saludos agradables y sonrisas que transmitan alegría.
Por Yanina Sosa (16 años)
