Con la original frase de bienvenida “Hey, qué purete que estás ahí”, Daniel da rienda suelta a su estilo humorístico en las cómicas grabaciones que causan furor en las redes sociales como Facebook, Instagram y YouTube.
“El Sensei kape", como es conocido por sus fans, transmite materiales que van desde contenidos históricos de sitios populares de Japón hasta las más insólitas anécdotas. El joven, que suma más de 330.000 seguidores, tiene sangre nipona en las venas, ya que su abuelo fue un japonés que emigró a Paraguay durante el siglo pasado.
El pueblo de Gamagõri (Aichi), a orillas del océano Pacífico, es el hogar de nuestro compatriota desde que tenía 15 años. Desde su llegada, el joven encarnaceno buscó numerosas formas de ganar el pan de cada día hasta que encontró su pasión pinchando músicas en las discotecas de Japón y en eventos sociales como fiestas de 15 y casamientos. “Laburé haciendo casi todo: mozo, barman, obrero en una fábrica, etc., pero ahora soy DJ de estilo urbano y latino”, afirma.
Si bien el acelerado estilo de vida en Japón es desafiante, Daniel destaca la intachable honestidad y laboriosidad de los nipones. “Ellos son muy respetuosos, discretos y perfeccionistas. No suelo llavear la puerta de casa y nunca me robaron”, relata.
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De acuerdo a Daniel, Paraguay goza de fama agradable en el Imperio del Sol Naciente, aunque no se conozca mucho sobre nuestro país. “Los japoneses saben que hablamos español, se interesan por el jopará y afirman que tenemos una selección de fútbol muy buena”, asegura el joven con ironía.
Filmar un tifón y realizar una transmisión en vivo desde el misterioso “Bosque de los suicidios”, más conocido como “Aokihara”, fueron algunas de las arriesgadas aventuras del “Sensei”, quien se divierte relatando datos curiosos sobre ciertos rincones del Japón. “Recorrí varios lugares solo, porque me aseguran que así la experiencia es más intensa; cuando exploro sitios raros, simplemente enciendo la cámara y me animo a grabar”, señala.
Pese a que Daniel disfruta su trabajo, lucha contra la nostalgia diaria. “Desde mi adolescencia estoy en Japón, pero mantengo mis raíces y trato de ser una buena persona porque representamos a mi querida nación guaraní. Al menos, los japoneses que me conocieron tienen la linda impresión de que los paraguayos somos alegres”, destaca.
Con el espíritu bohemio que lo caracteriza, “el Sensei” alienta a los jóvenes a no dejarse llevar por la mala onda de algunos. “Viví la vida como te parezca y no hagas muchos planes ni esperes un mejor mañana o situación económica para realizar tus sueños, sin importar lo que digan otros”, enfatiza el compatriota, quien retornará a su querida Encarnación con el fin de disfrutar del calor hogareño en las fiestas de fin de año.
Por Víctor Martínez (19 años)
