Deudas y estadios inhabilitados azotan a los clubes de nuestro fútbol

Este artículo tiene 9 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2395

El fútbol es pasión de multitudes y también un negocio que mueve mucho dinero. En nuestro país, los clubes reciben varios millones de guaraníes; sin embargo, existen instituciones que no cuentan con estadios ni tienen para pagar a sus jugadores.

No existe un deporte que, en el Paraguay, mueva a tanta gente como lo hace el fútbol. El balompié es capaz de trasladar al aficionado de un lugar a otro, solamente por ver a su equipo favorito o a la Albirroja. Pero, así como el deporte rey moviliza a grandes masas, también mueve varios millones de billetes.

La Primera División del fútbol paraguayo cuenta con 12 equipos que reciben de manera anual una cantidad de dinero, que viene directamente del pago por los derechos televisivos. Los grandes de nuestro país, es decir, Olimpia y Cerro Porteño, reciben más plata que los clubes denominados “chicos”; por ende, los planteles de los “chicos” tienen que pasar más penurias para poder subsistir.

No es un secreto aquello de que los equipos recién ascendidos no pueden jugar en sus canchas una vez que debutan en la Primera División. Esto se debe a que, algunos, ni siquiera cuentan en sus estadios con un baño acorde a un club militante en la máxima categoría de nuestro fútbol. Así también, los problemas con los jugadores se inician rápidamente, debido al atraso en el pago de los sueldos.

También es cierto que la APF obsequia a los benjamines la lumínica en sus respectivos coliseos, pero estas obras recién están disponibles casi a la mitad del Torneo Clausura, por lo que disputan pocos partidos en sus estadios. Normalmente, los equipos recién ascendidos vuelven a descender por la escasez de dinero en el club y por la poca jerarquía del plantel.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Así también, los grandes no están exentos de deudas y problemas económicos. Tanto Olimpia como Cerro Porteño deben cantidades colosales de dinero a dirigentes que han aportado de todo durante sus respectivos mandatos. Son conocidas la deuda del Decano con Marcelo Recanate y la del Ciclón con su actual presidente, Juan José Zapag.

Nuestro torneo es uno de los más competitivos en el mundo; con campeones diferentes cada temporada, se vuelve una liga atractiva para los amantes del fútbol aguerrido y apasionante. Pero eso no le saca lo económicamente difícil que es subsistir en la Primera División. Es cierto que hay cosas más importantes que tratar en el país, pero no podemos negar que el deporte rey es el que da alegrías a la gente y, por ende, un poco de ayuda del Estado sería un gran oxígeno para que el fútbol paraguayo siga creciendo.

Por Brian Cáceres Verón (17 años)