Dos jóvenes compatriotas ganan una competencia de la NASA en Madrid

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“El secreto para ganar el torneo fue formar un equipo multidisciplinario”, declara Abel Ledezma (23), quien junto a su esposa Giselle Ramírez (23) salieron triunfadores de un certamen organizado por la NASA en Madrid, en un equipo con tres españoles.

En el marco de una Hackatón Mundial nombrada como Space Apps Challenge 2018, que tuvo como sede Madrid, dos paraguayos ganaron la competición conformando un equipo de cinco integrantes: tres españoles y los dos paraguayos. Además, Giselle Ramírez y Abel Ledezma no solo compartieron el conjunto triunfador del certamen, sino también conviven en una relación matrimonial.

Giselle es estudiante de la carrera de Diseño Industrial en la UNA, mientras que Abel se está especializando en Análisis de Sistema en una universidad privada. Ellos ya cuentan con su propia empresa a nivel local, que se basa en el diseño y desarrollo de productos digitales.

“Nosotros nos pusimos como meta capacitarnos en el exterior; España era uno de nuestros destinos principales, entonces, buscamos cursos que se realizarán en Madrid. Encontramos el certamen organizado por la NASA, nos postulamos y esperamos varios días, hasta que nos avisaron que sí podíamos asistir al torneo”, declara la joven Giselle.

“La competición consistía en solucionar problemas propuestos por la NASA en 48 horas. Hubo varios desafíos; nuestro equipo llamado 3DVRsity tenía como objetivo elegir solo uno de los retos y trabajar por ello durante todo un fin de semana”, comenta Giselle.

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La propuesta del conjunto vencedor fue plantear un sitio web donde se pueda apreciar el universo por medio de los lentes de realidad virtual. El recorrido se realiza a través de un personaje denominado por los compañeros del grupo como Mr. Spadrid, cuyo nombre nace por el lugar de origen de los integrantes: Madrid, Sevilla y Paraguay.

“Creo que el secreto para ganar la competición fue formar un equipo multidisciplinario. En nuestras reuniones ya nos fuimos proponiendo metas claras. A mi parecer, el proyecto que realizamos era muy viable y conveniente porque no era solo una proyección, sino algo real y que se podía realizar en un tiempo muy corto, como lo hicimos en la Hackatón Mundial”, explica Abel.

El joven asegura que las personas que los motivan en todo momento son sus padres y, tanto a Abel como a su pareja, también les estimulan mucho las ganas de marcar la diferencia. “El matrimonio influye totalmente en nuestras actividades predilectas. Las profesiones de ambos se complementan, además, tenemos metas laborales y matrimoniales y eso nos impulsa a dar lo mejor de nosotros”, puntualiza el estudiante.

Por otra parte, la pareja de compatriotas aconseja a los jóvenes que la clave para lograr grandes éxitos es creer en que sí se puede, ya que, muchas veces, las circunstancias nos limitan, pero con el esfuerzo y la fe de cada uno, los sueños pueden convertirse en realidad.

Por Ricardo Núñez (19 años)