Una luz de esperanza: así es como los optimistas tratan de ver la designación del nuevo adiestrador de la selección. Eduardo Berizzo llega a nuestro país en busca de devolver la alegría a todo un pueblo, a través del fútbol. Otra desgracia: así es como califican los pesimistas al futuro del director técnico argentino.
Desde un punto de vista objetivo se podría describir a Berizzo como un nuevo comienzo, un estilo diferente, pero con una trayectoria no muy alentadora. No se puede asegurar que el exentrenador del Celta de Vigo sea el salvador que tanto esperamos, pero nunca está de más dar un voto de confianza, sobre todo, en una situación como la que estamos pasando; recurrir al negativismo en estas instancias de poco va a servir. Pero si los de poca fe tienen razón en algo es en que el nuevo DT de la Albirroja no tiene el palmarés o la experiencia necesaria para ser el entrenador de una selección.
Berizzo comenzó su carrera como ayudante de Marcelo Bielsa, cuando este era el técnico de Chile. En 2012, fue contratado por el O´Higgins chileno, donde logró un subcampeonato en su primera temporada y un campeonato al año siguiente, hecho que suponía un logro histórico para el club. En 2014 llegó a Europa, al Celta de Vigo, España; trabajó como gerente deportivo durante tres años y luego tomó el mando de la dirección técnica.
Logró resultados sorprendentes como DT de Vigo, ganando al Barcelona por la liga, eliminando al Real Madrid de la Copa del Rey y hasta llegando a las semifinales de la Europa League, quedando a un gol de eliminar al Manchester United de Mourinho. Fue tal la repercusión que generó el humilde equipo de Berizzo que provocó un gran interés de varios clubes por el adiestrador argentino.
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Pero luego de ese impresionante comienzo de su aventura como técnico en Europa, su carrera bajaría varios escalones; tras un breve paso como gerente del Sevilla y una enfermedad sufrida en medio, llegó al Athletic Bilbao en 2018, donde, luego de 15 partidos y solo dos victorias, fue despedido.
Ahora es nombrado como nuevo técnico de la Albirroja y, tras observar brevemente lo que realizó durante su carrera y los resultados que obtuvo, no es el técnico que alguien espera para una selección que quiere resurgir de la cenizas y alcanzar de nuevo los primeros lugares entre los equipos sudamericanos.
Otra situación que no se ve muy a favor de Eduardo es que poco y nada conoce de los futbolistas del plano local, quienes constituyen una base para lo que sería la selección en un futuro inmediato. Garnero, Jubero o hasta Leonel Álvarez han demostrado grandes cualidades en nuestro fútbol, consiguiendo campeonatos con distintos clubes y, además de eso, es obvio que conocen bien el potencial que esconde nuestra liga.
El periodo más exitoso de la selección fue comandado por el actual entrenador de México, Tata Martino, quien tenía unas características muy similares a los tres adiestradores mencionados al momento de su incorporación. El fútbol trae sorpresas y esperemos que el nuevo DT de la Albirroja tenga un buen manejo de grupo y logre los resultados que todos queremos.
Por Diego Benítez (19 años)