¿El fin justifica o no los medios cuando el objetivo final es correcto?

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Las acciones de Payo Cubas en la Cámara de Senadores despertaron diferentes reacciones. Algunos defienden la actuación del protagonista, alegando que si la justicia es el fin, los medios se justifican; otros afirman que la violencia nunca es el camino.

Napoleón Bonaparte, el teólogo alemán Hermmann Busenbaum y varios escritores hicieron referencia, con diferentes expresiones, a la frase de “cuando el fin es lícito, también lo son los medios”. Durante la historia siempre existió la incertidumbre de si hacer algo malo en el camino del bien realmente es una acción equivocada.

Evidentemente, las personas de bien siempre van a ir en busca de la justicia; para esta gente, accionar de manera correcta es un placer y una necesidad. Pero como sabemos, también existen los que prefieren infringir leyes y normas morales para hacerse un camino de beneficio personal.

A veces, en la realidad nos topamos con distintos casos en los que la impotencia nos abruma, ya que somos testigos de situaciones de corrupción o inmoralidad que se producen en busca del beneficio de unos pocos, sin importar el perjuicio que suponen para los demás. En momentos en los que las palabras se agotan y las acciones pacíficas también, la violencia pide paso, ¿es un camino hacia la justicia o no se puede considerar como una opción?

En el debate sobre la famosa frase de “el fin justifica los medios” existe una gran división en las opiniones. Algunos defienden que si el objetivo de una persona es hacer el bien, utilizar un camino turbio para llegar a su meta es una opción válida. Pero otros afirman que si alguien quiere justicia, actuar de manera incorrecta para conseguirla constituiría una total contradicción a sus ideales.

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Hay muchas aristas en un tema como este: las injusticias que se producen cotidianamente, ya sean entre los gobernantes, en los diferentes puestos de trabajo o hasta en el mismo sector educativo, ya dañan irremediablemente a una gran cantidad de personas. Si la violencia, verbal o física, aunque sea una acción repudiable, podría generar una mejoría en la realidad de mucha gente, ¿sería innecesaria del todo?

Una respuesta totalmente correcta a tan complejo cuestionamiento nunca podrá ser encontrada, pero está claro que cada persona es consciente y responsable de sus actos, sean o no justos.

Por Diego Benítez (19 años)