El sueño de toda chica: caminar tranquila, sin oír piropos de mal gusto

Este artículo tiene 7 años de antigüedad
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Día a día, muchas mujeres son víctimas de incómodos momentos, pues los comentarios y las miradas, que reflejan malas intenciones, no faltan a la hora de salir a la calle. Ahora, ¿quién no desea andar tranquila sin palabras desagradables que escuchar?

Bocinas de automóviles, sonidos fuertes de motocicletas, frases morbosas e inmencionables, miradas que intimidan y susurros en el oído son solo unas porciones del amargo pastelito que las chicas, lamentablemente, consumen todo el tiempo en la vía pública. Además, no importa cómo una se vista, pues ya sea con short, pollerita, camisa, pantalón o jean, igual parece que los señores y jóvenes maleducados no pueden dejar pasar desapercibidas a las señoritas.

Asimismo, corre el tiempo y muchas chicas siguen bajando la cabeza y adoptando una postura sumisa ante los acosos callejeros, a causa de un solo factor: miedo. ¡Sí!, es probable que sean pocas las mujeres que no sienten temor al salir a comprar algo o al esperar el bus, pues, actualmente, es casi imposible no pasar por un instante de mal gusto por culpa de personas que conocen el significado de la palabra respeto, pero la pisotean como si no fuese un valor.

Ahora, antes de tirar un comentario malsano a una chica que está caminando por la calle, esperando colectivo en la parada, saliendo del trabajo o se encuentra sola aguardando a alguien, pensá: ¿ha de ser agradable lidiar con hombres desconocidos que actúan como armas, apuntan a la cabeza y, en cualquier momento, empiezan a bombardear la tranquilidad con enunciados desagradables? Después de analizar lo dicho, de seguro ninguna palabra saldrá de vos, pues nadie merece recibir frases que incomodan.

Por otra parte, tal vez, sea cliché mencionar la pregunta ¿te gustaría que a tu mamá y a tu hermana le anden molestando como vos fastidiás a las chicas?, pero es inevitable, ya que cualquiera defiende a su familia. Por lo tanto, si una señorita llama tu atención, mientras vas manejando o caminando, observarla con respeto, saludarla con amabilidad o, sencillamente, no romper su tranquilidad con piropos desubicados te hará mejor ciudadano y estarás contribuyendo en la construcción de un ambiente más educado y perfumado de valores.

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Quizás, los hombres vean como un capricho o exageración el hecho de que las chicas se quejen de los piropos y de otros momentos desagradables para ellas. Sin embargo, ese y otros pensamientos cerrados y poco empáticos son los buses que llevan a la sociedad hacia un entorno pesado que no respeta la libertad y la tranquilidad que cada persona merece gozar.

Finalmente, reflexionar acerca de lo lindo que sería nuestro entorno si las personas se respetarán mutuamente, dejaran vivir tranquilamente a los demás y, por sobre todo, lanzaran piropos vestidos de cortesía y amabilidad, quizás, sea ideal para estar motivados y ayudar en la edificación de un ambiente respetuoso y libre de acosos, temores y complejos.

Por Andrea Parra (18 años)