El tereré es considerado una bebida tradicional por excelencia y muchos no resisten el placer de tomar ese líquido con abundante hielo y remedios refrescantes. Algunos manifiestan que “no importa la hora, el clima, el día y mucho menos el lugar, pues todo se vale con tal de tomar tereré”, pero, ¿será cierto que no interesa el sitio en donde uno se encuentre para darse este gusto?
Es normal observar en las obras de construcción que los trabajadores se dan media hora de descanso para tomar tereré. Esta acción, generalmente, se repite tres veces en un mismo día y, por esa razón, muchos contratistas prohíben su consumo en horas laborales, ya que se pierde tiempo y atrasa las actividades.
Asimismo, en las oficinas es normal observar a los empleados con el termo en la mano o en el escritorio, ya que a medida que uno va realizando sus actividades se da el gusto de refrescarse con el líquido que nos identifica. Sin embargo, el problema se genera cuando el funcionario pasa más la jornada tomando tereré que produciendo en su puesto laboral.
Hace unas semanas salió a la luz el caso de un hombre que fue suspendido por tomar tereré en horas de trabajo; a pesar de que la persona fue advertida de la prohibición del tereré, la misma no se resistió y decidió prepararlo. Entonces, uno se pregunta: ¿es imposible estar un día entero sin tomar tereré?
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Todos los días podemos ver situaciones extremas como, por ejemplo, personas acompañantes de motociclistas cebando tereré. A pesar de que la Patrulla Caminera no multa al conductor por estar tomando tereré, es necesario que el que conduce tenga una compañía que cebe y, si no la tiene, es preferible evitar su consumo para no ocasionar distracción al conducir.
Si un funcionario produce en su lugar de trabajo y cumple con todas las labores asignadas, mientras de vez en cuando carga la guampa y disfruta del tereré, no hay motivos para suspender su consumo en lugares de trabajo; ahora bien, si el empleado pasa más bebiendo el líquido tradicional que realizando sus deberes, está bien aplicar una medida de sanción.
Todo es cuestión de educación; no podés dejar de tomar nuestra bebida tradicional de un día para otro, pero lo que se debe tener en cuenta es el lugar, la hora y el momento adecuado para saciar la sed con el tereré.
Por Mónica Rodríguez (19 años)