Apenas tuvimos unos días de calor y ya hay personas que desean que vuelva el invierno. En las redes sociales, resurgió la eterna discusión en torno a si es mejor el verano o conviene más el invierno.
Las temperaturas altas se hicieron sentir por unos días y algunos se desesperaron con el pensamiento de que “en enero va a estar peor”. Los paraguayos se ingenian día a día para soportar el calor sofocante en nuestra región.
Un termo o una jarra con dos hielos, abundante agua y yerba refrescante mantienen hidratados a los trabajadores y estudiantes durante las largas horas del día. Antes, los alumnos tenían prohibido ingresar a las clases con su equipo de tereré, pero con el paso del tiempo esa restricción se fue erradicando.
Tener aire acondicionado se volvió una necesidad para aguantar las altas temperaturas, pero no todos tienen las posibilidades de comprarse un equipo de climatización. En estos casos, la famosa pantalla entra en acción para calmar la sensación de calor. Algunas señoras coquetas llevan en sus carteras los coloridos y bordados abanicos al estilo europeo.
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Muchos niños aún mantienen la vieja tradición de jugar con los globitos de agua o con la manguera de la casa para mantenerse frescos con sus amigos, aunque, a veces, mamá se enoje por el agua desperdiciada, el barro generado o la ropa mojada.
Las botellitas de agua se volvieron indispensables a la hora de salir de la casa. Antes, las chicas acostumbraban a tener un pequeño contenedor de agua para mantenerse hidratadas, pero ahora los muchachos también adoptaron esta acción para no morir de sed durante el día.
Hay personas que llegan a bañarse varias veces al día, pues no les gusta la sensación pegajosa del sudor en su cuerpo. Algunos más ingeniosos prefieren humedecer su ropa antes de dormir para no tener que gastar mucha agua.
Dormir en el piso, luego de repasarlo, también ayuda a combatir el calor, aunque probablemente termines con un leve dolor de espalda al día siguiente. Algunos tienen la posibilidad de pasar la noche en la terraza de sus casas y sentir el aire fresco, pero corren el riesgo de ser avasallados por los mosquitos o, peor aún, los ladrones.
Sin duda alguna, los paraguayos se volvieron expertos en combatir el calor y todos tienen algún método ingenioso para soportar las altas temperaturas. Vos, ¿cómo pensás sobrevivir al verano que se aproxima?
Por Divina Alarcón (18 años)