Las fiestas y la diversión ven nacer a su nuevo DJ, Daniel Cristaldo, más conocido como Danicc Partymad, con todo el furor de la música. “A los 12 años, la curiosidad por la música electrónica y el ser DJ despertaron en mí, ya que mi hermano trabajaba en eso; a los 14, comencé a aprender y a la edad de 15 ya estaba tocando, así fui creciendo de a poco”, relata Dani.
“Creo que se requiere un poco de dedicación y otro de talento, esas dos virtudes te ayudan, aunque lo básico principalmente es saber cómo es el género que vas a tocar”, revela Dani, agregando que “cada DJ tiene su propio estilo, performance y su forma de hacer show, comunicarse con la gente y la manera de vestir”.
La preparación que debe tener el DJ es imprescindible; al respecto, Dani señala que “un mes antes de tocar, trabajo con las mezclas que tengo listas, añadiendo nuevas canciones e imaginando el show que quiero ofrecer. Practico en oficina como unas cuatro horas por la tarde, mientras pruebo cada tema y cada ritmo”.
La experiencia entre el público y el DJ es muy importante y, en este sentido, Dani afirma que siente una gran conexión. “10 minutos antes de cada show ya estoy nervioso y temblando porque siento mucha adrenalina. Apenas la gente me recibe y ahí se genera una especie de lazo, que es lo que realmente busca un DJ para que el evento sea exitoso”, expresa el joven.
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Son más de tres años los que lleva Dani abriéndose paso entre los DJ. Luego de todo ese tiempo, el joven declara que “me sorprendo al ver todos los lugares por los que pasé. Tuve la oportunidad de ir una vez a Paraguarí a tocar, esto fue muy loco porque salí de mi zona de confort y el público me trató como una estrella”.
“Mi mejor experiencia como DJ fue en año nuevo del 2016, cuando toqué en Textilia, esa vez hubo 2.000 personas y yo estaba muy nervioso, pero fue bastante emocionante porque era la primera vez que me presentaba ante esa cantidad de gente, aunque ahora ya me acostumbré más”, relata el joven.
Ser DJ es como ser un artista para Dani, pues comenta que “si me subo a un escenario dejando de lado las mezclas, igual puedo buscar el éxtasis con el público interactuando. Me da piel de gallina al ver que las personas, aunque yo corte la música, siguen esperando aún más”.
“Me gustaría poder vivir de esto, no sé si como mi pan de cada día, pero sí como un estilo de vida” comenta Dani, pensando en su futuro. Asimismo, el joven agrega que “estoy estudiando marketing y publicidad, aparte de ser DJ; más adelante, quiero usar eso para manejarme de forma independiente, sin estar ligado a una productora”.
“Deben conocer las academias locales de DJ. Algunos programas enseñan sobre mezclas, productores, géneros musicales y manejo de la consola y los equipos”, concluye Dani, hablando a quienes, dentro de sí, sienten el llamado a explorar el mundo de ser DJ y, tal vez, terminen siendo sus próximos colegas.
Por Eliseo Báez (16 años)